1. MATEO V FINAL


    Fecha: 05/01/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... violencia y a medio camino, antes de llegar al auto, me dejé caer exhausto. Él, se abalanzó encima y con prisa, mientras yo me quejaba con rabia. Me bajó los pantalones a los tirones, sin soltarme de los pelos. Sentí la hierba fresca bajo, maltratando mis los genitales y las piernas. La lengua del extraño se hundió en mi ano, húmeda y escurridiza, para darle paso a algo más grande y grueso. Su verga entró toda de una sola vez y me ardió hasta el alma. Sus testículos rebotaban sobre mis nalgas como rocas, mientras me penetraba sin reparo alguno. Sentía el fibroso trozo deslizarse dentro, causándome dolor y placer, su vello púbico rosaba mi piel y su pelvis y abdomen quemaban mi espalda. Su respiración agitada al oído y sus manos sujetándome los brazos me estremecían sin medida. Sacó su falo de mi ano y me levantó de los pelos, para arrastrarme hacía el interior del auto. Yo. veía como el pene pegajoso de este sujeto se tambaleaba con dureza de un lado a otro, caminando y sosteniendo sus pantalones con la otra mano. Una vez dentro, empezó a chuparme la verga. La lengua subía y bajaba por el tronco mientras encerraba mis pelotas con una mano y las apretaba causándome extremo dolor. Sentía cosquillas en la cabeza de mi pene y este sujeto lo devoraba como a un helado en verano. Me corrí en su boca en una gran explosión, derramándose mi semen por sus labios al momento que succionaba todo de mí. Ahora era mi turno devórarme su pene hinchado y rojo de tanto darme por atrás. Su ...
    ... glande se dibujaba a la perfección fuera del prepucio, olía a hombre, y chocaba contra el interior de mi boca entre arcadas y lágrimas, de sabor fuerte y delicioso. Fue tanto el semen que tragué que estuve a punto de vomitar. Lamí su verga salada, le chupé las pelotas peludas y sudorosas. Me besó con fuerza y finalmente pude decir: —¡Bravo! Nos acurrucamos en el asiento trasero. Luca me abrazo con fuerza y su calor era el de un hombre, ya no un adolescente. Su pene era enorme y el vello púbico rubio abundante, como a mí me gustaba. Llegamos a casa de sus abuelos esa mañana. Luca y yo teníamos moretones en la cara, tuvimos que decir que habíamos peleado en el camino, pero que ya estábamos en paz. Los abuelos eran agradables y atentos, pronto me sentí como en casa. Luca aprovechaba cada vez que estos no nos miraban, para tomarme la mano y darme un beso en la mejilla. Empezaba a tener una rasposa barba. Nuestro cuarto estaba arriba, teníamos una cama para cada uno. Incluso había una para Mateo, quien todavía no aparecía. Esa tarde recorrimos parte de la ciudad, era realmente hermosa. Las montañas nos rodeaban de manera extraordinaria. Pronto nevaría y sería de lo más bello. Ya por la noche, después de cenar, estábamos por fin en cama. Luca me llamó a la suya y no pude negarme. Estaba desnudo y se apretaba contra mí. Lo hicimos dos veces antes de caer rendidos. Pero yo tardé un poco más en dormir, me gustaba observarlo como dormía tranquilamente. Me encantaba acariciarle el pene ...