"Mi tio abuelo sureño cumple mi sueño"
Fecha: 06/01/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... vestía camisas cuadrillé dentro de un jeans azul que le remarcaba un buen bulto. Desde ese entonces a Diego se le metió en la cabeza tener relaciones sexuales con su tío abuelo, pero como sentía temor y nervios, probaba con otras cosas que, si bien no se le parecían, aguaban en parte su deseo sexual; como abrazarlo constantemente, despedirlo o saludarlo con un beso cerca de la boca, agacharse siempre delante de él para mostrarle su trasero, incluso una forma insólita como meterse varios dedos de una mano en el culo y darle esa misma mano a él. Eran manías que calmaban su apetito de aparearse con esa bestia. Claro que su timidez, la misma que hasta ese momento lo mantenía virgen, no lo había llevado a cometer nada más osado que lo mencionado anteriormente. Lo más lejos que llegó fue tocarle el bulto y los vellos del pecho aprovechando un apagón en la noche, claro que fueron solo segundos, pero segundos totalmente premeditados. Cuando Diego cumplió 18 años, las visitas a la casa de verano de Lota cesaron. Sus abuelos se pusieron delicados de salud, por lo que las vacaciones en familia se cancelaron para poder pagar gastos médicos. Diego había vivido un intenso último año de colegio en donde sus tendencias homosexuales fueron desapareciendo y en él había empezado un real interés por el sexo, más allá de fantasías, sin embargo sus intentos fueron inútiles por mucho tiempo. Pasaron un par de años donde se replanteó su identidad sexual, hasta que llegó a la conclusión de que era ...
... bisexual. Se había decidido iniciar su vida sexual a como de lugar, pese a no ser favorecido con un físico escultural, su figura se adornaba de un vigoroso pene de 17 cm de longitud y considerablemente grueso, además de un morbo y calentura inigualable. Su horizonte era tener mucho sexo con chicas sexys y con muchachos pasivos lampiños, como todo un semental bisexual. Sin embargo, este deseo era constantemente penado por las ganas de ser taladreado por un maduro fornido y masculino, y en esos días de reflexión sexual, se acordó de su tío abuelo del cual estaba profundamente enamorado. Casi como un acto de locura, se decidió a visitarlo para tener sexo con él a como de lugar, para sacarse esas ganas que no quería saciar con ningún otro maduro más, y así empezar al fin su carrera como amante doblesexualizado. Agarró dinero ahorrado, un par de pilchas, tomó un bus hasta Lota y llegó a la puerta de su casa. Cuando don Enrique abrió la puerta, se sorprendió al verlo: - Mijo, pero usted, tanto tiempo sin verlo, está super grande, todo un hombre ya! - Sí tío, he crecido estos años Don Enrique, aún sorprendido, le abrió la puerta, Diego lo abrazó fuertemente y pasaron adentro. Don Enrique vivía solo desde la muerte de su esposa y hacía un par de años que su hija había abandonado la casa. Aún estaba extrañado de que Diego hubiera viajado tanto sólo para verlo a él. Después de la típica charla de 2 personas que no se ven en mucho tiempo, más un par de temas banales sin importancia, Don ...