"Mi tio abuelo sureño cumple mi sueño"
Fecha: 06/01/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... Enrique le preguntó sin rodeos: - Hijo, la verdad es que me dejaste anonadado con tu visita. No me la esperaba la verdad, - Lo siento tío, espero no haberlo interrumpido en un momento importante - No hijo no te preocupes, pero a ver dime, pasa algo? me tienes que decir algo? - Bueno tío, no quiero que se extrañe o se sienta raro, pero sí, lo he venido a ver especialmente a usted, no a mi tía Olga ni a mis primos, a usted - Bueno mijo, puedo saber la razón, a ver, dímela campeón, cuéntame - Tío, desde que tengo 13 aproximadamente, que siento algo por usted, algo raro, como un deseo de estar con usted, de abrazarlo, de besarlo, de darle cariño. Usted sabe que yo lo quiero mucho, pero desde ese tiempo yo lo veo con otros ojos. Ya no lo veo como mi tío abuelo que paseaba conmigo en la playa y me llevaba a los roqueríos a ver las olas, ahora lo veo como un hombre del cual yo me siento profundamente atraído, a tal punto de que muchas veces seriamente he tenido ganas de tener relaciones sexuales con usted. - Hijo, no diga más - Sé que esto no va a cambiar nada - Diego empieza a llorar un poco - pero tenía que decírselo, era una espina clavada por muchos años que no me dejaba avanzar en este ámbito de mi vida. Espero que me pueda entender y no me odie. Diego se seca las lágrimas. Su tío está pasmado, hace movimientos raros con las manos y se levanta, va a la cocina, antes de entrar le dice a Diego que puede dormir en el cuarto de su hija. Son las 7 de la tarde, han pasado varias ...
... horas. Diego lee un libro que encontró en el velador del cuarto. Había sentido a su tío ir de la cocina a la sala de estar varias veces. En un momento lo oyó salir, y volvió como a los 15 minutos, cuando sonaron ruidos de latas abriéndose Diego supuso que su tío había ido a comprar cervezas. Después de unas 4 horas encerrado en el cuarto leyendo y pensando. Diego abrió la puerta para preguntarle a su tío si quería comer algo. Cuando lo vio en la sala de estar viendo televisión rodeado de latas de cerveza vacías, se cohibió un poco. Se apenó al pensar que sus palabras talvez lo habían dejado mal y por eso se había puesto a beber. Sin embargo, cuando lo vio tocándose la entrepierna, Diego comenzó a excitarse. Don Enrique bebía cerveza mientras se masajeaba lo que parecían ser sus testículos pues se le marcaban bastante en el pantalón. Entre jadeos y suspiros, repetía constantemente "pendejo de mierda". Cuando Diego oyó eso, lejos de apenarse, se excitó aún más. porque sabía que se refería a él y eso tenía a su tío masturbándose encima del pantalón, entendió que lo que le había dicho a su tío lo tenía excitado, lo que subía las posibilidades de tener algo con él. Aunque claro, con tanta cerveza probablemente su tío ya estaba borracho y no sabía lo que decía, pero a esas alturas la situación era tan caliente que Diego solo podía pensar en el enorme bulto que se acariciaba su tío. Ya estaba todo hecho, Diego tenía que lanzarse y aprovechar la situación, era ahora o nunca. Regresó ...