1. "Mi tio abuelo sureño cumple mi sueño"


    Fecha: 06/01/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... besarlo apasionadamente. Con lujuria le chupaba los labios, juntaban sus lenguas, lamía sus sucios dientes, sentía su aliento apestoso y cerveza y a comida, que lo excitaba mucho, entre besuqueos desenfrenados Diego le pedía que le agarrara el trasero y le diera de nalgadas, las cuales retumbaron por toda la casa. Don Enrique besaba a su sobrino nieto y sus dedos se escapaban hacia el interior de sus nalgas. Logró meter el dedo índice en su ano, que le provocó un chillido casi femenino. - Ah te gusta putito tener algo en tu culo? Te gusta sentir mis dedos hurgando tu ojete? - Sí tío, me encanta, métame todos los dedos que quiera, mi culo es suyo, hágame lo que quiera papi! - Eso me gusta, te meteré muchos dedos, mira que debes acostumbrarte a lo que vendrá después Esas palabras casi hicieron que Diego se desvaneciera de placer. Su corazón estaba a mil, y su ano se había llenado de tres dedos de su tío, quien le dio de probar el sabor de su recto, y Diego chupó sus dedos con frenesí. Así estuvieron unos minutos, Diego besaba a su tío mientras masturbaba su gordo pene y éste le dilataba el culo con sus dedos, hasta que de la nada, Don Enrique, sin sacar sus dedos del culo de Diego, lo tomó en brazos y lo llevó hasta su cuarto. El hecho de la fuerza que tenía su tío pese a su edad y su baja estatura volvieron a excitar a Diego hasta el punto de casi desvanecerse de nuevo. Don Enrique lo depositó violentamente en su cama. Diego estaba vuelto loco con la actitud ruda y violenta ...
    ... de su tío - Mmm papi si, que rudo eres me encanta, un macho de verdad - Ponte en 4 sobrinito, quiero contemplar tu trasero para ver lo que me espera Diego se puso en 4 y se abrió las nalgas, ofreciéndole a su tío su agujero para que le diera un rico beso negro - Tío cómeme el culo, ven a saborear mi interior, lléname de tu baba - Oh sí! hoy me voy a cenar una buena ración de culo Don Enrique hundió su cara en el trasero de su sobrino, olió el interior, le agarró las nalgas y comenzó a chupar su ojete y a besarlo como si fueran unos labios. Diego, que no se había tocado el pene hasta ese momento, comenzó a masturbarse, mientras de la cabeza le colgaba una buena cantidad de precum. Estaba en el cielo. Don Enrique lamía y chupaba su virgen ano, lo abría con sus dedos, lo penetraba con su lengua y le echaba escupitajos que lo dejaban bien lubricado. Luego de un rato de faena buco-anal, don Enrique se paró, se sacó el sucio y hediondo calzoncillo y su manchada camisa roja, quedando completamente desnudo. Su verga palpitaba, con hilos de saliva de la mamada de su sobrino aún colgándole. Diego tenía el ano abierto y brillante de tanta saliva y dedos de su tío. Estaba listo para recibir a su tío. Fue a la sala a buscar los condones para ponerle uno a su tio, lubricante ya no hacía falta, le excitaba más la saliva de su tío. En el primer intento, el condón se rompió debido al descomunal grosor de su tío, el segundo, que colocó con la boca, también se rompió. Sin complicarse mucho, ...
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