Mi alumno de la facultad.
Fecha: 16/01/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Entonces pensé: “¿Y por qué no?” Mañana ya no estaría aquí y si quería algo tenía que ser ya. Había un alumno que siempre fue puntual, entregaba todo y se esmeraba por estar al cien. Muy lindo. Su carita de bobo y su cuerpo musculoso. Y su paquete. Llevaba esos pantalones ajustados y su verga resaltaba a pesar de estar en reposo. No pude evitar verlo varias veces. En sus exposiciones, caminaba alrededor de todos, pero le echaba un ojito a esa espalda ancha y poderosa, a esos brazos, a esas nalgas paraditas y duras. ¡Uff! Cierta noche mientras mi marido metía su verga sabrosa en mi culo, cerraba los ojos y me imaginaba a este semental entre mis nalgas, entrando duro y durando mucho en lugar de mi esposo. Jalaba mi clítoris y me venía fuerte, gritando y soplando que no se detuviera, que me diera tan fuerte como pudiera. Mi alumno de la facultad. Antes de mi trabajo en el gobierno daba clases en escuelas particulares. Mi currículum es muy especializado así que puedo dar clases también. Pagaban muy poco por soportar a estos hijos de funcionarios y juniors bastardos de políticos. Mi último trabajo fue en una universidad a las afueras de la ciudad. Tienen un campus excelente pero los alumnos sólo van para cumplir con sus padres y realmente, la mayoría, compran su título, pues no saben, ni sabrán algo de su licenciatura, pero como pagan, pues hay que darles oportunidad. Estaba hasta la madre de ellos. Iba a renunciar al termino del cuatrimestre, así que apure con todo el papeleo, ...
... entregue calificaciones y fui a la última semana de clases como si nada. Había un alumno que siempre fue puntual, entregaba todo y se esmeraba por estar al cien. Muy lindo. Su carita de bobo y su cuerpo musculoso. Y su paquete. Llevaba esos pantalones ajustados y su verga resaltaba a pesar de estar en reposo. No pude evitar verlo varias veces. En sus exposiciones, caminaba alrededor de todos, pero le echaba un ojito a esa espalda ancha y poderosa, a esos brazos, a esas nalgas paraditas y duras. ¡Uff! También lo había atrapado mirándome el culo. Lo miraba dura y seria, con desprecio. ¡Si hubiera sabido como me mojaba con mi esposo pensando en él! Cierta noche mientras mi marido metía su verga sabrosa en mi culo, cerraba los ojos y me imaginaba a este semental entre mis nalgas, entrando duro y durando mucho en lugar de mi esposo. Jalaba mi clítoris y me venía fuerte, gritando y soplando que no se detuviera, que me diera tan fuerte como pudiera. Me venía otra vez, mis piernas chorreaban de mis jugos, lo sacaba de mi culo, y lo metía en mi coño que lo dejaba entrar suave, goloso, entonces lo montaba. Mi esposo sabe que esta posición me encanta: aprieto mi coño mientras se metía su verga y relajo cuando sale, haciendo círculos con la cadera, su verga golpea todo mi interior y me vuelvo loca mientras me vengo otra vez. ¡Te debo tanto Susana! Ese alumno iba a ser mío. Y ya que había entregado calificaciones, lo decidí. Al entregar calificaciones le dije que estaba reprobado. Su cara ...