Mi alumno de la facultad.
Fecha: 16/01/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... él. De nuevo sentí endurecer su verga. Movía mi cadera atrás y adelante como en las clases de zumba, y el salía mucho y entraba con fuerza, hasta el fondo. ¡Que barbaro! Nadie aguanta que se la apriete así mucho tiempo, así que aumente la velocidad. Todo el catre se movía y comenzó a gritar que que rico cogía, pero al agregar “maestra” todo se volvía clandestino, que sabor tan sabroso tiene lo prohibido. Pregunto que si no pasaba si no me cogía. ¡Estúpido! Ya todo eso estaba en la oficina del jefe de materia. Sólo quería tu verga. ¡Y que rico me la estaba metiendo! Sus manos intentaron darme su ritmo pero le dije que me dejara hacer lo mío. ¡Su-pu-ta-ma-dre! Había pegado tantas veces que estaba yo a punto de venirme. Le pregunte si queria ser mi secretario pues se iba ir una “A”. Me estaba mojando mucho. Oía como entraba y ese ruidito de mi coñito húmedo con una buena verga, delataba mi calentura. ¡Su-pu-ta-ma-dre! Quería llegar pronto. También le susurré que ya había esperado que me cogiera desde mucho tiempo atrás, pero nunca se aventó. Comencé a apretarme contra su verga y mi clítoris respondió con una toquesito de electricidad. Le susurre que se pusiera duro y volvió a golpear en mi interior al mismo tiempo que mi clítoris me regalaba otra descarga. ¡Que rico me estaba cogiendo a mi alumno! Comencé a gritar mientras le anunciaba que me venía. Casí me desvanezco pero me ayudó su movimiento de cardera pues me recargue mientras me venía y el seguía el mete-saca. Grite que ...
... era la primera vez que me cogía a un alumno un par de veces, creo. Le regale un beso y una chupadita a su lengua. Le dije al oído que me encantaba su verga, y que estaba trabajando muy bien en su examen final, que no dejara de darme lo mejor que tenía. Le excito tanto que me sostuvo unos minutos mientras me recuperaba para otro orgasmo. Le apreté su verga fuerte, fuerte. Mi ginecólogo ya me había dicho que apretaba fuerte ese día que me palpo para el examen. Pero era muy viejo. Si se lo hubiera apretado se hubiera venido pronto. Pero este macho, me estaba dando batalla. Yo estaba tan caliente que decía lo que pensaba: mencione a mi marido, que lo estaba pasando muy bien cogiendo a mi alumno. ¡Su-pu-ta-ma-dre! Ahí venía otra vez. Mi mano masajeaba mi clítoris, me recline de nuevo mientras me imaginaba mi culo en el video. ¿Cuantos de mis amantes reconocerían mi voz, mi cabello o mi culo? No lo sabía. Me sentí tan deseada, tan bella, tan atractiva y odiada. Todo al mismo tiempo. Le deje poner el ritmo, su verga salía y entraba sabrosa en mí. Rápido, empujaba mi cadera sobre su verga mientras yo le gemía y es que me faltaba el aire cuando me vine por segunda vez. Suavecito, como esos que no quieren llegar. Eso era todo. Me tocaba poner el ritmo. Lo monté sin recargarme, fuerte, rápido y hasta el fondo. Me había susurrado cosas que, la verdad, ya olvidé. Estaba concentrada en su verga, en su pecho, en su cara de niño, en mi humedad. En lo rico que lo estaba pasando. Le pedí que me ...