1. Mi alumno de la facultad.


    Fecha: 16/01/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... casi se va al suelo. Sus compañeros no daban crédito. Sus amigas me cortaba en mil pedazos con la mirada; putas zorras, me voy a comer su amiguito y no lo podrían evitar. Cuando iba saliendo me detuvo y me dijo que como iba a ser posible, que había entregado todas las tareas, que nunca faltaba, que bla, bla, bla. Entonces pensé: “¿Y por qué no?” Mañana ya no estaría aquí y si quería algo tenía que ser ya. Le pedí que cargara con mis papeles y en voz alta le dije, con toda la seriedad que me daba mi cargo, que me siguiera al cubículo con el coordinador. Sus amigos hicieron esos sonidos estúpidos pero alcance a escuchar que alguien le susurraba que tomará vídeo para que lo subieran a la red después como denuncia, por ser prepotente y perra. Bajando la escalera principal, caminando al edificio central, pasamos por los baños y una zona donde los conserjes dejan sus instrumentos de limpieza. y también un catre donde se meten a retozar entre ellos y a dormir sin que nadie los moleste. Justo antes de que pudiera razonar lo metí de un empujón que casí lo tira. Se golpeó la cabeza son unas escobas y resbalo con unas jergas. Tiro mis papeles intentando conservar el equilibrio, cerré la puerta con seguro y me le eche encima. Tenía mi boca cerca de la suya cuando le pregunte si quería pasar mi materia y por supuesto dijo que sí. Mi falda se levanto hasta mi cintura y le dije que viera con mucha atención, pues si fallaba, su calificación sería reprobatoria. Encontré un banco y me senté. ...
    ... Abrí mis piernas y me acaricie toda: mis pechos estaban sensibles, desabroché el bra, sin quitarme la blusa, y lo tire lejos. Mis tetas se balancearon libres y mis manos jalaban mis pezones, mi nuca, mi cuello, llegue a mi vientre, cerré mis piernas y deslice mi panti. Cayó no sé donde. Abrí mis piernas para regalarle una visión completa de mi coño afeitado y un triangulo de vello sobre mi clítoris. Le mostré todo. Acaricié mis piernas, suavecitas, sentí mi culo sobre el plástico del banco, ¡Su-pu-ta-ma-dre! Ya me empezaba a mojar, quería esa verga en mi. Toda, bien dura y un buen rato. Cuando voltee a verlo, su cara estaba llena de sorpresa y lujuria -adoro esa combinación- su boca estaba medio abierta y mi coño también. Se acerco y lo comencé a desvestir. Le quite su suéter de lana y su camisa blanca. Encontré su pecho y su pancita llena de vello. Mi marido apenas tiene vello. Esa verga iba a estar tremendamente peluda si no se afeitaba. Pero que importaba. Mi coño me dolía suavemente, ese dolor de excitación, ya lo quería adentro, inundandome entera. Le deje el pantalón y su cinturón puestos. ¡Que sabroso semental me iba a comer yo solita! Acaricié su verga por encima, estaba grande, aún sin tener su erección completa. Abrí el cierre y saque esa cosa linda. La vi crecer y llegar a estar bien parada, larga y gruesa, notaba sus venas llenas y su glande pequeño, mis manos la sostuvieron para admirarla. Encontré mi panti tirada junto a mi. ¿Y si mi coño adora sentir la tela? ...
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