Nuestra soledad nos traiciona (2ª parte)
Fecha: 09/02/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: stukka15, Fuente: CuentoRelatos
... en mi cabeza, su interior tan húmedo y caliente, tan agradable. Finalmente se animó y comenzó a chupar más profundo hasta llegar a su límite. Absorto en aquella delicia, de pronto note su escote, podía ver más de sus senos pero no lo suficiente. Sujete la parte trasera de su cabeza y acaricie su pelo. Mientras ella chupaba torpemente yo alborotaba su mechón. Sus dientes me lastimaban un poco así que susurrando le pedí que la chupara como una paleta. Sandra obedeció mientras yo luchaba por no venirme en su boca. Le anuncie que me venía muy tímidamente, trate de apartar su cabeza con mi mano pero nada logre. Descargue mi leche toda en su boca, apenas y pudo tragar si ahogarse, devoró todo mi semen, chupo y limpio hasta el último rastro antes de terminar. Yo comenzaba a sentir cosquillas cuando ella se puso de pie. Me abrazó un largo rato y después me dirigía al baño a ducharme y ponerme mi pans nuevo. Al salir, un preparado de frutas estaba sobre la mesa y la puerta de su cuarto cerrada. Trabajamos esa semana sin tocar el tema. Decidí dejarla tranquila un tiempo, darle su espacio y no presionarla. Mamá se puso grave y ambos fuimos a verla. Al llegar mi padre lloraba en la sala de espera del hospital, en compañía de mis tías y primos, mamá acababa de fallecer. Terminamos los trámites, sepultamos a mamá y luchamos por llevar a papá un tiempo con nosotros. No pudimos convencerlo, sin embargo, permitió que mi tía Lola lo cuidara una temporada. Su hermoso y jovial carácter ayudo a ...
... mi padre a recuperarse más rápido, solo peleaban por sus alimentos, el sazón obviamente era muy distinto. Al llegar a casa, la rutina, problemillas en los negocios y para variar con la luz cortada, olvide pagar el recibo por las prisas del viaje. Buscamos unas velas aromáticas que andaban por allí y las prendimos distribuyéndolas estratégicamente. Una en el baño, otra en el comedor y otra más en la cocina. Apenas iluminaban lo suficiente para evitar tropezar. Sin TV, música y con los cuartos a oscuras no pudimos desempacar. Salimos a cenar unos tacos al pastor y después compramos más velas, una linterna y un quinqué. Regresamos y distribuimos las velas y el quinqué, dejando en reserva la linterna. Nos desplomamos en el sillón y reímos por lo chusco de la situación. Me bañe y poco después Sandra también se ducho, al salir, se secaba su cabello en la toalla mientras lucía una larga blusa que le llegaba a medio muslo, parecía rosa pero no la distinguía muy bien. Tenía un gran cuello en "V" y no tenía mangas. Sus muslos llamaban mi atención, fuertes y torneados se veían ligeramente menos blancos que el resto de su cuerpo, a excepción de los brazos. Camino a un lado del comedor y se paró frente a mí. Mientras secaba su pelo, observe como la blusa trasparentaba ligeramente a causa del quinqué de la mesa del comedor que quedaba justo detrás de ella. Como era la única luz intensa del área, dejaba ver su escultural silueta dibujada bajo su prenda. Quede hipnotizado sin que al parecer ...