El Crucero y Nosotros.
Fecha: 23/02/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
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Sexo Interracial
Autor: bi_gym_40, Fuente: xHamster
... cama. Recuerdo que dejamos encendida la luz del baño. Me tiró de espaldas a la cama y empezó a mamarme la polla... No hubo manera de lograr una erección. Hicimos el 69 hasta que ya no pude más... Ella se corrió en mi cara hasta dejarla mojada totalmente, pero no pude tener una erección. Ella se puso el arnés, apoyó mis piernas en sus hombros, y allí me penetró. Aquella imagen de mi mujer con sus hombros, su melena negra su mirada penetrante, apoyada en sus brazos y sus tetas meneándose al mismo tiempo que me embestía por el ano, era lo más de lo más. Me besó y tuvo su orgasmo y allí terminó todo. Cuando se levantó de la cama, me dijo:- A esto hay que ponerle un remedio lo antes posible- Estoy de acuerdo. ¿Qué podemos hacer?Ella encendió un cigarrillo, que inhaló de una vez y luego de una larga bocanada, me dijo:- Déjalo en mis manos. Yo me encargo.Llegamos al puerto de cruceros de Valencia una mañana soleada, como suelen ser en el Mediterráneo. Habíamos llegado temprano, en el primer vuelo del día, y no habíamos tenido problemas para subir al barco. Era un crucero de dimensiones gigantescas, de esos que parecen auténticas ciudades flotantes. Aquello me pareció excitante. Susana y Yo, por fin tendríamos una semana de intimidad solo para nosotros dos. Sin nada que nos distrajera de dedicarnos el uno al otro. El Crucero ya llevaba otros pasajeros de paradas previas. Nos dieron las llaves de nuestro camarote, que incluía un jacuzzi y un balcón donde solo se divisaba el mar. Nos ...
... indicaron que después de zarpar, buscáramos al Capitán, que tenía algunos consejos que darnos. No solo a nosotros, sino a todos los que estábamos en el crucero. Susana y Yo, decidimos descansar en la cama hasta que zarpara el barco.Habían transcurrido dos horas desde que zarpamos, y el anuncio del Capitán llegó por los altavoces del ambiente musical: "Damas y Caballeros, le habla el Capitán: Se les informa a los pasajeros, que ya estamos cerca de alta mar y que ya pueden iniciar sus actividades normales. Gracias por su atención". Me extrañó un anuncio así. Le dije a Susana:- ¿Y eso?- Voy a ver de qué se trata. Quédate aquí.- Vale. Susana salió de la habitación.Pasado un rato, Susana regresó. Venía acompañada por dos hombres. Aquello no me pareció extraño, porque conocía a Susana y sabía que era una mujer atractiva y que era fácil que le cayera bien a los demás. Me los presentó.- Mira Juan, conoce a unos amigos. Se llaman Roberto y Francisco. Estaba en el balcón, mirando el mar. Me acerqué para saludarles.- Encantado, me llamo Juan. La imagen formada por mi mujer en el medio de aquellos dos, Roberto y Francisco, me sorprendió. Roberto y Francisco estaban prácticamente desnudos. Y además, eran dos tíos puro músculo, uno moreno, el otro de piel blanca y ojos azules, con sus melenas cada uno, y que no medían menos de dos metros de altura. Me parecía increíble que pudieran entrar por la puerta. Susana les invitó a ponerse cómodos.- Podéis sentaros. Voy a traer algo de beber.Roberto ...