1. El dia de San Martín


    Fecha: 16/03/2018, Categorías: Otras Categorías, Fantasías Eróticas Autor: GabrielledelD, Fuente: CuentoRelatos

    ... prueba que tanto necesitas. Aquí, Samsagaz se salió de sus casillas. - ¿cree Vd. pater que voy a perder horas de sueño e inmiscuirme dentro de una propiedad ajena para que Vd. y estas señoras queden tranquilas? Pues no. la propiedad privada es sagrada. Caso cerrado. Y añadió. - ah, y si a alguien se le ocurre violar la norma metiéndose en las tierras... ajenas, y Eowyn presenta una denuncia actuare con todo el peso de la ley. Y se levantó y se fue. Aunque nada satisfechas, las mujeres y el pater abandonaron la sala refunfuñando mientras los hombres hacían grandes esfuerzos para manifestar su alegría, incluido el acusica Bolsón. Llegó el invierno prematuramente, el más duro que recordaban los viejos del lugar. Toda actividad se congeló como el ambiente. La gente permaneció en sus casas semanas y semanas obligada por el frío y la nieve que lo cubría todo: caminos, montañas, campos, calles. La vida sedentaria se instaló en cada hogar de Rivendel. Eowyn no fue una excepción. Tan solo salía a ordeñar a sus vacas y dar de comer a los animales. Pasaba días enteros sentada ante el fuego encantada con su pasión: bordar. Siempre había estado de buen año, pero cuando la primavera por fin llegó, tanto apoltronamiento la había transformado en una auténtica cerdita. La primavera trajo consigo pocos parabienes para Rivendel, y no hizo olvidar por desgracia al infernal invierno sufrido, aunque sí se calmó considerablemente la animadversión beligerante contra Eowyn. La gente tenía otras ...
    ... cosas en que pensar y el asunto estaba prácticamente olvidado. El consiguiente verano fue tan desventurado para la aldea como la estación anterior. Una sequía sahariana secó montes y pastos, con el consiguiente sufrimiento para los animales. Y llegó el otoño... y con él se iba a sellar el destino de la apetitosa Eowyn. Una tibia noche de octubre la banda de jovenzuelos más gamberra de la zona salía de la taberna el pony pisador atabicada de cerveza y con ganas de seguir la juerga. - ¿dónde vamos ahora? - ¿queréis que vayamos al bosquecillo a ver si pillamos a Eowyn bañándose en el río? - ¿y si nos descubre? Sam nos doblara de la multa o de los vergazos. - venga ya, Sam ni se enterará... Las dudas y el sueño hizo recular a casi todos ellos, a excepción de Meriadoc, Peregrin y Frodo, los tres más beodos y desvergonzados. Así que vencidos los últimos reparos, el trío de la bencina salió del pueblo con dirección a la granja de Eowyn. Saltaron la valla y rodearon la casa todo lo sigilosamente que pudieron, cruzando el río y escondiéndose en unos matorrales espesos. Como era todavía muy temprano se acomodaron para dormir un poco esperando despejarse parta el amanecer. Como era previsible durmieron la mona bien dormida, despertándose cuando el sol estaba ya muy alto, y volvieron al pueblo con el rabo entre piernas. Pero es muy duro reconocer el propio ridículo, así que esa misma tarde, al ser interrogados por el resto de la banda, mintieron como bellacos afirmando sin ningún género de ...
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