Bajo la falda de mi mamá - Relatos Eróticos

Bajo la falda de mi mamá

Mi nombre es Fernando tengo 58 años, esto que voy a contar me sucedió cuando tenía 15 años. 
    En esa etapa de adolecente en la que las hormonas se nos alborotan, a mi en particular me exitaba ver las piernas de las señoras, a mis tías, o bien amigas de mi mamá que cuando llegaban a visitarla se sentaban en la sala y cruzaban las piernas para un lado y para el otro, pero nunca permitían ver esa prenda llamada calzón que solo me imaginaba y me provocaba a masturbarme. 
    Pero mi favorita siempre ha sido mi mamá, la veía por detrás como sus pantorrillas resaltaban al cargar esos zapatos de tacón alto. Los hoyitos de detrás de las rodillas y el inicio de los muslos que desaparecían debajo de la falda donde aparecía a veces el encaje del fustán. 
    En ese tiempo todas las mujeres usaban esa falda de fondo con encaje en la orilla llamada fustán, a mi me paraba la verga ver ese encaje, que no se les veía siempre, solo a veces. 
    Y cuando en ocaciones salía a alguna fiesta con mi papá, además de esos vestidos amplios de abajo y sus zapatos de tacón alto, llevaba medias de esas transparentes. 
    Esa visión que me provocó muchas masturbaciónes, que si ver lo que mostraba a simple vista me hacía acabar echando chorros de semen, como seria estar en el suelo viendo hacia arriba justo por debajo de su falda, que si el fustán asomando de dentro de su falda me hacia gozar, como sería lograr verle el calzón rozando ese culo grande y redondo que solo imaginaba, y si cargaba ...

... medias, comprobar hasta que altura de las piernas le llagaban. 
    Fue por eso que lo que siempre me llamó más la atención de mi mamá han sido sus piernas, y quizá fueron sus piernas las detonantes de el deseo de algún día ver ese mundo escondido por abajo de su falda.
    En la noche cuando ya estaba acostado, me pasaba pensando como hacer para lograr verle el calzón y que no me atrapara haciéndolo, cuando estaba sentada siempre se cuidaba, juntaba bien las rodillas o cruzaba las piernas. Pensaba que tal vez con un espejo pero ¿cómo? 
¿dónde podría ponerlo?. Entonces se me ocurrió que cuando lavaba la ropa 
    Me pareció que cuando lavaba la ropa era el momento ideal porque al estar  concentrada en el lavado no veía hacia otro lado durante algunos segundos y quizá podría aprovechar ese momento para acercarme por detrás a ras del suelo y tal vez lograría ver todo por debajo, aprovechando además lo inclinada que estaba hacia adelante dejando esa abertura en el borde de su falda. 
    Unos días después como a las 6 de la mañana me despertó el ruido del agua, mi mamá estaba lavando ropa, oí el shiki shiki que hacía al tallar la ropa en el lavadero. Inmediatamente la verga se me paró porque tenía la idea obsesiva de que le iba a ver el calzón por debajo de la falda a mi mamá. 
    Me levanté y andaba como que no hacía nada, por suerte mi papá había salido y no había nadie más en la casa. 
    A mis ojos mientras más madura, más hermosa ha sido mi mamá, ahí a sus 40 años ...