Bajo la falda de mi mamá - Relatos Eróticos

Bajo la falda de mi mamá

... siempre vistiendo elegante, blusas con los hombros descubiertos, con sus amplias faldas arriba de las rodillas y sus zapatos de tacón alto de todos estilos que aún estando en la casa los ha llevado, pero en la casa talvez por ser más cómodos en los que haceres, unos como de plataforma de cinchos siempre altos. 
    Aún ahí lavando la ropa era justo como estaba vestida en ese momento, una falda que le llegaba por encima de las rodillas, negra con vivos tenues floreado rosa pálido, amplia, de una tela liviana que le hacía ondulaciones en la caída, y casualmente cargaba los zapatos que eran mis favoritos, unos con tacón delgado y largo, cerrados solo con la punta destapada. 
    Desde el comedor se veía muy bien hacia la pila, así que me senté un momento a observar a mi mamá, tenía la verga bien parada a pesar de lo nervioso que estaba.
    Ahí observando conté cuantas veces tallada en el lavadero antes de echar agua, con ese conteo calculé si me daba tiempo para para agacharme y al menos echar un vistazo, al menos uno. 
    Cuando echó agua me puse en posición acercándome un poco ya casi gateando, esperando la tanda de tallado para agazaparme abajo de su falda, solo ensayé un poco para esperar la siguiente tanda de shiki shiki, pero en ese ensayo alcancé a verle el encaje del fustán que con el movimiento hacía contacto de forma deliciosa con sus muslos, el encaje del fustán que a simple vista no se le miraba y  al verlo ahí sentí la sensación latente que el calzón estaba ...

... a punto de asomar a mi vista. 
    Echó agua y se disponía a tallar nuevamente en el lavadero, así que me aproximé de nuevo, volví a estar apunto de ver ese panorama que tanto deseaba, ver abajo de esa falda que agitaba bien rico las ondulaciones con el movimiento que hacía hacia atrás y hacia adelante. 
    Pero en un instante ocurrió lo que temía al arriesgarme a hacer eso. Mi mamá se volteó repentinamente y me sorprendió en esa posición totalmente vergonzosa para mi, no tenía excusa para explicar que hacía ahí atrás de ella agazapado en el suelo. 
    -¿Qué hacés ahí? 
me preguntó entre sorprendida y molesta. 
    -Este… Yo…
no había para donde, era claro que era lo que pretendía hacer y mi mamá lo sabía. Dejó de lavar y se dirigió a al cuarto de ella y mi papá. Yo me fui también a mi cuarto. La verga se me aguadó de la preocupación de que me iba a decir, si le iba a contar a mi papá o a alguien más, aún con la verga aguada tenia la sensación de exitacion por lo que acababa de hacer 
    Pasaron talvez 15 minutos cuando me llamó, 
   
 -¡Fernando vení para acá quiero hablar con vos! -. 

con cara de vergüenza salí y me dirigía la sala, estaba sentada en el sillón con las piernas cruzadas, me quedé parado solo esperando un fuerte regaño. 

-¿Estabas tratando de ver abajo de mi falda? - 

Su voz denotaba molestia, así que solo bajé la cabeza y le dije:
   
     -Perdoná mama, me dejé llevar por instinto, de verdad lo siento - 

No hallaba que más decirle ...