1. Infiel por mi culpa. Puta por obligación (40)


    Fecha: 09/03/2024, Categorías: Grandes Relatos, Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... dejé de tener contacto con él tras nuestro despido, y esas putas… Esas fotografías no quieren decir nada. –Y temblorosas mis piernas, soportan el peso del tronco, y esta testa les ordena avanzar hasta acercarme a la bandeja. – Ni siquiera pensé que las utilizaría para decorar esas insociables paredes. Es un embustero típico, un arrogante consumado, y frente a ti, exageró e inventó cosas para seguir exhibiéndose, como el puto amo y macho conquistador, que tanto te ofendía. Solo fanfarroneaba frente a ti.
    
    —Si se decidió a utilizarlas, fue debido a la necesidad de superar la soledad en la que siempre ha vivido y que te he contado, pero las colgó para seguir vanagloriándose ante los demás de su liderazgo y sus aires de indispensable. Siempre quiso impresionar a quienes le rodeaban. ¡Hacerse notar! Te consta. Sentirse el centro de atracción para todo el mundo, era su ilusión y su medicina, porque realmente está solo y eso le aterra. —Este primer sorbo ya no quema, ni le hace cosquillas a mi garganta. ¿Mis cigarrillos? ¡Ahh, sí. ¡En la mesita redonda!
    
    —Y así pasó contigo. Exactamente lo comprobó con tu visita, ya que en ti halló lo que buscaba conseguir, colgando esas malditas fotografías. Quería que le preguntaran, –como lo hiciste tú– para saber quiénes eran los que le acompañaban, pero eso tú ya lo sabias. ¿Dónde fueron tomadas? Sería la siguiente inquietud para que él, con toda su petulancia a flor de piel, la despejara. Sin embargo, la mayoría de los escenarios los ...
    ... reconocías, salvo uno. Ese último retablo, tan cuadrado y bien centrado, –obviamente con premeditación– sería el súmmum de los cuestionamientos para su egolatría. ¡¿Cual, de todas sus hembras, era la mujer que el besaba?!
    
    —Y entonces allí contigo, cometió el trágico error, al ufanarse de ser el dueño de lo que, para este corazón y esta mente, nunca fue de él. ¡Jajaja! Pavoneándose frente al verdadero dueño. Me lo imagino y me causa gracia. ¡Sí, sí! Tuvo que ser un baldado de agua fría para su calenturienta pedantería. —¡Buaghh! Este trago, ya no sabe a nada.
    
    —¿Y sabes porque más, te digo que te mintió y exageró todo? Porque su novia, la tal Grace, nada más ni nada menos, era la esposa del dueño de la constructora y madre de uno de los socios, y tras ser descubiertos, con seguridad ella también, arrepentida u obligada, lo habría desechado. Él se estaba pichando a una mujer casi veinte años mayor. ¡A una vieja que podría ser su madre!
    
    Me fijo en la botella de tequila, qué todavía encierra en su fondo, algunos mililitros del ardor que me urge para proseguir con mi defensa.
    
    —Con seguridad tenia magullado su ego, porque yo igualmente, no lo busqué más. Exactamente eso fue lo que le sucedió, las semanas siguientes, cuando me reclamó que no le prestaba atención por estar pendiente de La Pili, y los otros negocios que había realizado aquel puente festivo. Luego de que llegáramos de trabajar en Peñalisa, me dediqué exclusivamente a finiquitar mis negocios y a él lo dejé aparte. ...
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