Infiel por mi culpa. Puta por obligación (40)
Fecha: 09/03/2024,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... Eso le molestó. —¡Ouchh! En verdad quema.
—Ummm, como te decía. Se enfadó porque no volví a salir con él a solas, o al bar con ellos, los dos viernes siguientes. ¡Y te consta, Camilo!, porque hasta muy tarde, después de dejar dormido a Mateo en su cama, los días de esas dos últimas semanas, tú mismo me colaboraste al organizar y armar los dossieres, con toda la información financiera para presentarlos a los bancos y a la fiduciaria, y de esa manera, conseguir cerrar ese mes como la primera en ventas. —Ni afirma ni lo niega.
—Además yo, a partir de noviembre, me propuse a como diera lugar, cerrar el negocio de María del Pilar, y darle a Diana esa buena noticia cuando regresara de sus vacaciones. —Abandono la habitación y la botella por un momento, para encenderme un cigarrillo.
Con la primera aspirada, reteniendo el humo en los pulmones, me ubico bajo el marco de las puertas ventanas y observo a Camilo, que me escucha y medita con sus ojitos cerrados. Sé que no me creerá tan fácilmente, pero… Le intentaré explicar.
—Ese beso fue otra actuación, una simulación de dócil entrega para ambos. Pero sobre todo para Eduardo. Ese malparido ángel guardián, se encontraba feliz por haber concretado los dos negocios más grandes e importantes para el equilibrio financiero de la constructora. Sí, mi cielo, me viste besarme con él en esa foto, en aquel último viaje a La Heroica. La miraste y te llenaste de odio, decepción y resentimiento, con justa razón. Aquella instantánea ...
... tomada por Eduardo, –curiosamente algo embriagado– le confirmaba a tu razonamiento, que todos tus recelos estaban bien fundamentados. —Camilo, apoyándose en ambos antebrazos, despega la espalda del colchón, interesado en escuchar bien, mi defensa.
—Más lo único que debes observar, ahora al recordarlo, es que había conseguido finalmente mi objetivo. El de mantenerlo interesado exclusivamente en mí, hasta enamorarlo con la intención de destrozarlo desde adentro primero, y con suerte, más algo de ayuda extra de parte de Carmencita, unos días después de que nombraran a Eduardo como gerente de ventas a nivel nacional, –mirando los resultados y mi currículum vítae– la junta directiva con seguridad me elegiría como su reemplazo al mando del grupo de ventas de Bogotá y la zona central.
—Pero hubo un flagrante error en tus cálculos, en los de Eduardo y en los de ese Don Juan de vereda. ¿No fue así? —Me replica Camilo, levantándose de la cama.
—Efectivamente, no contaba con… una investigación a nuestras andanzas. –Y aunque Camilo quiere intervenir, no le dejo interrumpirme y prosigo. – Pero por eso mismo quiero que te quede muy claro que no sentí por José Ignacio, nada tan fundamental como para desequilibrar mi amor por ti. Me gustó físicamente cuando lo vi, pero me disgusto su personalidad cuando lo conocí.
—Por mi deseo de salir de casa, para hacer con mi vida algo más que ser únicamente un ama de casa, no caí en cuenta de que, entre mis nuevas obligaciones laborales y tu ...