1. Infiel por mi culpa. Puta por obligación (40)


    Fecha: 09/03/2024, Categorías: Grandes Relatos, Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... ascendente carrera en la constructora, nos distanciaríamos sutilmente con el tiempo, poco a poco, y exactamente al contrario de lo que Fadia, me había hecho imaginar. Y entonces permití, que aquella rutina diaria por el dulce sabor al triunfo, se convirtiera en esa toxina, que gota a gota, y descuido tras descuido, –todos míos, pero con culpa de terceros– envenenara nuestra relación, hasta casi matarla.
    
    —Perdóname, mi amor. ¡Perdóname! Antepuse primero, al amor que me ofrecías sin dilaciones, una liberación injustificada. Todo fue culpa mía como ya has escuchado de mi boca. Tú, mi amor, jamás tuviste que ver con mi caída, y mucho menos, nada pudiste hacer para evitar asistir a mi sepelio. Fui una estúpida egoísta, alejándote del manejo en común de mi estilo de vida. Una vil prostituta, que vivió los últimos meses según mis vanidosas creencias, actuando según mis peculiares pensamientos, y con sentimientos contradictorios, pues respetaba las ideas de los demás, siempre y cuando no interfirieran con las mías, incluido tu parecer. —Continua de pie, sin dar otro paso, pegado al borde de la cama y sin… ¡Sin mirarme!
    
    —No involucré sentimientos de cariño, mucho menos de amor por él. ¿Lástima? Efectivamente algo de eso existió. Un sentimiento de pesar y compasión por su situación, pero hasta ahí. El resto fue pura pantomima. Y está bien que no lo creas, y que pienses que te miento por física necesidad de limpiarme algo de este asqueroso fango. Y sí a eso que sentí por él, ...
    ... le quieres poner el rotulo de otro tipo de interés, perfecto, más yo sé muy bien que no fue así. Estabas perdido y totalmente equivocado, mi vida, por la enquistada comparativa, machista y tan viril, de toda la vida.
    
    —Con ese idiota, nunca te fui infiel sentimentalmente, pues no lo deseé como hombre, porque más macho que tú, nunca lo fue. —Ahora sí me mira fumar, estupefacto.
    
    Claudicando, Mariana con los ojos húmedos y sus azules brillos desconsolados, descuelga un brazo sobre su cadera derecha. La otra mano, mantiene el pico de la botella de tequila, apoyada sobre su labio inferior y en el borde de este, la rodada gota cristalina que duda entre despeñarse por ese abismo de carne, o bordearlo por la comisura izquierda y ser bebida junto al siguiente sorbo.
    
    —En su lugar, cielo, y aquí quería llegar, si por alguien pudiste llegar a temer en verdad perderme, obviamente si te hubieses dado cuenta, y a través de todo mi envilecido periplo, llegando a sentir algo más que corpóreo, fue por, y hacia ella.
    
    En su mirada derrotada, y dentro de su garganta seguramente llena todavía de más palabras, que pugnan por salir de su boca con otras explicaciones que no ha querido darme, detecto con bastante claridad, el enrevesado camino por donde ella desea continuar. Racional para ella, incongruente para mí. ¡También me han entrado las ganas de fumar!
    
    —Mi prioridad era sentirme a gusto con esa mujer interior, que era tan admirada exteriormente por mi belleza y por mis éxitos ...
«12...456...21»