1. Infiel por mi culpa. Puta por obligación (40)


    Fecha: 09/03/2024, Categorías: Grandes Relatos, Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... laborales. Y tu… Tú, mi vida, nunca hubieses compartido el ataúd que me fabriqué, para seguirme por tu amor hasta esa maldita eternidad, cumpliendo con todos mis caprichos, como siempre lo hacías. Jamás estuviste de acuerdo con mi estúpido desvarío laboral, y ni hablar de mi rezagada quimera sentimental los últimos meses que estuvimos juntos.
    
    —Pues a ver, Mariana. A mí sí me gustaría saber... ¿Cuál fue esa necia utopía que no llevé a cabo contigo? Por qué yo, lo hice todo contigo. Lo que te propuse, y hasta donde quisiste llegar o dejarme hacerte. ¿O no? —Le consulto mientras me encamino hacia el balcón.
    
    —¡Intercambiar parejas, Camilo!
    
    —¡¿Queee?! ¡Eso jamás! Nunca se me cruzó por la mente… Cederte y… Verte… Escucharte, o… ¡No! Simplemente no. —Le respondo completamente asombrado, y con el cigarrillo entre mis dedos, aún sin encender.
    
    —¿Lo ves? Y aunque yo lo presentía, también veía en ti una necesidad de aventura, una adicional fantasía, para excitarte mucho más, cielo. Cuando veíamos esas pelis porno, tú… Se te veía el fuego en la mirada, y entonces creí que a ti… Es que te ponías tan cachondo, Camilo, al ver como a la protagonista se la cogían entre dos o con otra mujer, y explotabas con tanta pasión dentro mío, que yo... Llegué a pensar que te gustaría probarlo algún día. —La llamarada de su encendedor, flashea sus labios y tras una humareda blanca y espesa, su mirada contrita y la boca abierta, me advierten que ha pensado en algo y está por ...
    ... intervenir.
    
    —Obviamente era lujuriosamente lúdico, verlas contigo. Probamos ciertas poses viendo en la pantalla, o después de ver a esos actores en acción, utilicé contigo como complemento de la escena, uno de esos juguetes que te compraste, pero solo hasta ahí. Jugábamos a ser tres, y a tener una fantasiosa inclusión, más nunca tuve la… ¡No tenía la intención de permitir que otro hombre te pusiera las manos encima! Yo, Mariana, estaba feliz con nuestra monógama relación. Me bastabas tú y nuestros eróticos juegos. Contigo a medio desnudar, era más que suficiente para mi diversión. Por eso te entregué todo mi amor, con deseo y, sobre todo, con respeto. Te fui fiel hasta… ¡Hasta donde más pude!
    
    —¿Acaso llegaste a pensar, que me hubiera gustado compartirte con ese Playboy de playa? ¡Mierda, que puta locura! ¿Y yo con quien lo haría? ¿Con su dichosa novia, la esposa de don Octavio? ¡Por favor, Mariana! Parece que perdiste el tiempo conmigo, psicoanalizando mi gusto sexual, y yo el mío contigo, durmiendo con una mujer que internamente era tan extraña. Creí que nos conocíamos.
    
    —A ver, cielo. Con ese estúpido, ¡Jamás de los jamases! Pero… Fue con esa otra persona, con la que sí llegué a fantasear, pensando seriamente en cómo, cuándo y en donde hacerlo, los tres. Pero varias veces en nuestra cama, mientras me hacías el amor, al insinuártelo, rechazaste de plano si quiera intentarlo.
    
    —No me vas a culpar por eso. Fantasear no es lo mismo que actuarlo en la realidad. Disfrutar esas escenas de ...
«12...567...21»