El Hombre de la Casa 11: Masajes
Fecha: 13/03/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Kurosko, Fuente: TodoRelatos
... estrujaba su teta y la besaba en la coronilla—. Ya bájale a tu pasivo-agresividad —dije a modo de broma.
—Es parte del drama, amor —últimamente me decía así, no era tan fan de eso.
El día siguiente se sintió su ausencia, fue diferente, pero la tranquilidad no fue algo que me molestara y me la pasé jugando en la PC. La puerta de la calle se abrió, era mamá, ya eran casi las 6 de la tarde y bajé a recibirla y comer juntos.
—¿Y ahora? —preguntó al ver que sólo había dos platos en la mesa—. ¿Dónde está Raqui?
—En clase, ya empezaron a ensayar para la obra, van a presentarla en unas semanas.
—¡Oh, ya! Así que estuviste solo todo el día…
—Pues, sí… digo, ella suele llegar a las 3, 3:30. Fueron 3 horas de calma, por así decirlo.
—¡Me imagino! —rio burlonamente mientras se llenaba la boca con fusilli—. Aguas cuando llegue, ¿eh? Esa niña es un huracán de hormonas.
—¿Habrá salido a ti o a papá?
Fue sin querer, casi se atraganta y corrí de inmediato a llenar otro vaso con agua y ayudarla a deglutir. Acto seguido, le dio un ataque de risa.
—¡Ay, cómo eres! Casi muero, ja, ja, ja. ¡Ay, mi panza! —carcajeaba mientras hacía su silla para atrás y se frotaba el vientre—. Quién sabe… creo que la que más se parece a tu papá es Julia, digo, tú también te pareces en lo físico, pero en carácter eres una mezcla de tus dos abuelos, bastante serio pero amable.
—¿O sea que Raquel…
—Yo me veo un poco en cada uno de ustedes, pero cuando era niña, yo quería salir en la ...
... tele.
—Y ahora Julia trabaja en la tele. Digo, no sale a cuadro…
—Sí… me emocioné tanto que ella quisiera trabajar en los medios, sin yo decírselo. Igual Raqui, desde niña era una niña muy extrovertida, cantaba, bailaba… iba a terminar en teatro o ballet, seguramente.
De pronto, se quedó pensativa. Empezó a mover la comida con su tenedor y su sonrisa era algo triste.
—Papá también era bueno en la cocina. ¿Te acuerdas?
Era verdad, antes de que él muriera, mamá era ama de casa y se encargaba de la comida casi siempre. Pero los fines de semana, papá acostumbraba llevarnos al parque y hacía carne asada, pero también cocinaba todo lo demás, ensaladas, pastas, pizza incluso… Pensar en él era algo que no solíamos hacer, ya que siempre nos ponía tristes, pero fue agradable saber que había algo de él en mí.
Me coloqué detrás de la silla y la abracé, las lágrimas le brotaron y cayeron en mi antebrazo, al cual se aferró por un buen rato. Nos separamos y ella se sobaba el cuello.
—Perdón, ¿te lastimé?
—No, no. Es que creo que me lastimé en el gimnasio con las pesas.
—¿Fue grave? —pregunté, creyendo que un tubo de una tonelada le había caído encima.
—Nah, fue por no hacer bien la postura. Oye… ¿me haces un masaje para que ver si se me quita?
Accedí y fui a conseguir un analgésico en gel que teníamos en el botiquín y ella estaba boca abajo en el sofá. No estaba bien acomodada, así que le propuse ir a su cuarto para que pudiera estar bien recostada. La cama ...