Dominada y humillada 14 - Relatos Eróticos

Dominada y humillada 14

... hermana te obligó a hacer sus tareas durante años, ¿es eso cierto Megan?

- Sí, lo es.

- Ahora le va a tocar a ella hacer unas cuantas tareas, y más le vale que no nos haga enfadar. Se me ha ocurrido una tarea que deberás ir haciendo mientras tu hermana y yo nos conocemos, ¿te parece justo, perra?

- Me parece justo señor. - Recibí una bofetada por parte de mi hermana por haber parado de "sacarle brillo" a sus tetas mientras contestaba a Juan.

- Pero antes, empieza a chuparme la polla, que tu hermana me la está poniendo dura.

Obediente, dejé de lamerle las tetas a Megan y me coloqué de rodillas en frente de mi señor, pero este me indicó que me estirara en el sofá, dejando mi boca en sus partes y mi culo encima de las piernas de mi hermana. Siendo sincera, me molestaba más que dijera que le excitaba mi hermana y no yo, estando ella solo con las tetas al aire y yo totalmente desnuda, que el hecho de tener que lamerle el pene. Mientras desabrochaba su pantalón y empezaba a meterme su polla en la boca, Juan le dijo a Megan que aprovechara para tomar una pequeña represalia por mi comportamiento y darme sus primeras instrucciones.

Contenta por la propuesta, mi hermana empezó a azotarme el culo, cada vez más animada, al tiempo que me indicaba las que serían mis nuevas instrucciones.

- Pensando en todo el tiempo que no me has respetado, creo que lo más justo sería aplicarte una jerarquía más rígida e invariante. A partir de ahora voy a ser tu reina y te dirigirás ...

... a mí como tal, llamándome "Mi reina" o "Majestad", mientras que tú vas a ser una esclava o, como mucho, un bufón real. ¿Entiendes?

- Sí, mi reina. - Dije rápido para volver a meterme el pene de mi señor en la boca.

- ¿Qué es lo que entiendes?

Su tono desenfadado divergía con la rigidez de sus azotes que empezaban a arder.

- Que usted es mi reina y yo su esclava, Majestad.

- Bien. Para que puedas entretenerme, cuando me aburra me enviarás una foto en pelotas, me da igual dónde estés o lo que hagas, si te la pido, me la mandas.

- Está bien, majestad.

- Por el momento esto es todo.

La sesión concluyó con un fuerte azote en mi ya dolorido culo. Tras esto, Juan le dio un papel con la explicación de mi tarea a Melani y le dijo que me vigilara. Luego me volvió a colocar a cuatro patas en el suelo y tocó algo en su móvil. Instantáneamente, noté un fuerte calambrazo dentro de mí, y no puede contener un grito.

- Bien, funciona. - Concluyó el chico. - He actualizado el plug para que pueda soltar pequeñas descargas. Si las sientes, significa que te estamos llamando y debes acudir inmediatamente, ¿entiendes?

- Sí, señor.

- Perfecto, ¿vamos a conocernos Megan?

- ¡Lo estoy deseando! - Contestó mi hermana con una mirada lasciva.

Ambos se fueron hacia el piso de arriba y me dejaron sola con Melani. Ella empezó a leer el papel que le había dado Juan, y no tardó en soltar una risita de burla.

- Bien, lo primero que tienes que hacer es abrir todas las ...