Dos pares de gemelas (18)
Fecha: 23/03/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos
... su manera de vestir tan provocativa, todos reímos admitiendo su razonamiento.
La cosa quedó decidida, Rosa y Susa serían las damas. Después salió el tema de la Madrina de la boda, yo elegí a mi madre, en ese momento Teresa lagrimeó un poco, pensando que el lógico Padrino debería ser su marido, el padre de la novia, pero en su ausencia se proclamó Madrina por parte de la novia. Sobre el nombre del niño o niña, ahí sí que hubo disparidad de criterios, cada uno aportaba nombres diferentes, en lo único que se pusieron de acuerdo fue en ponerle nombre de flor, si era niña, en recuerdo de Don José. Hasta Clara sugirió que si era chico podríamos llamarle Narciso o Jacinto, la verdad es que nos sorprendimos todos, pues no habíamos contemplado la posibilidad de que fuera chico, pero lo tomamos en cuenta y aplaudimos a Clara, ella al oírlo se sintió feliz y comentó.
Se hizo un silencio sepulcral, las mujeres se sorprendieron que Clara quisiera tener un hijo mío, sin más, mientras que ellas lo iban a hacer por obligación, Teresa y Azucena se miraron y se levantaron para darme un beso y reafirmar que ellas también querían tener un hijo mío, mientras que Rosa disimuló mirando para otro lado.
La velada estuvo muy amena, allí se habló de todo, y no sólo se habló, se comió y bebió bastante, Clara no dejaba de ir a la cocina y traer cosas para ir picando. El caso fue que cuando me fui a casa ya eran las cuatro de la madrugada y estaba agotado.
Me costó desnudarme, estaba exhausto ...
... de tanto hablar y me metí en la cama, desnudo, y al segundo me dormí como un bebé. Creo que nunca he dormido tan intensamente, hasta que sobre las siete de la mañana me desperté sobresaltado al oír insistentemente el teléfono. Medio dormido, con un ojo sólo abierto, corrí a preguntar quién era y me sorprendió oír una voz desconocida.
Apreté el botón y corrí a mi habitación para ponerme algo de ropa, iba casi dormido y al momento sonó la puerta de mi casa, cogí la sábana y tiré de ella y me envolví.
Volví a caer en la cama fulminado, estaba destrozado y necesitaba descansar. Agradecí, que la chica no hacía nada de ruido y me quedé extendido sobre la cama como si me hubieran planchado.
Soñé y todo, soñé que olía al perfume de Susa, era de los más caros y lo reconocería entre mil, y soñé que venía de su trabajo y se subía en mi cama y me destapaba para sentarse sobre mi polla, era todo un ritual, primero me daba unas cuantas chupadas a la polla y enseguida se sentaba, metiéndosela en el coño, luego se movía suavemente mientras me contaba algo.
No podía pedir más, estaba en el séptimo cielo, en silencio y descansado. La sensación de paz, añadida de sentir en sueños a Susa sobre mí, me aumentaba el relax, hasta la polla la notaba dura y levantada, pero me daba igual.
Sentía como Susa se movía en todas direcciones, solía hacerlo para que mi capullo le frotara su punto G, sabía cómo excitarlo y no tardaba en correrse por primera vez. Parecía que el sueño era tan real ...