Marivi, escucha a nacho antes de darle una paliza - Relatos Eróticos

Marivi, escucha a nacho antes de darle una paliza

... abogado recién acabada la carrera, estoy trabajando en un bufete y he estado obsesionado en estudiar y trabajar, lo que se llama “un buen chico”

He tenido pocas relaciones con chicas, soy muy vergonzoso y me da mucho miedo el fracaso, por ejemplo, voy a una disco y no me atrevo a pedir bailar por el miedo, a que me digan que no. Ayer me dije a mi mismo y me enfade mucho conmigo, cuando por esa vergüenza, rechace tu primera invitación y eso que me pareciste una mujer maravillosa. Me llame gilipollas. Tu pudiste verme de espaldas a la pista de baile, “aguantando el mostrador”, nos sonreímos ambos.

Vivo solo en un piso que era de mis padres. Mi pandilla de la universidad, se liaron novias, se casaron y algunos por trabajo se fueron a otras ciudades, la panda se acabó y yo casi me quede solo.

Amiga, amiga tengo una, que más que amiga, es como si fuera mi hermana mayor, es mi vecina de toda la vida, he estado enamorado de ella siempre, es un par de años mayor que yo y siempre ha ido con gente más mayor que ella, nunca me atreví a decirle nada, por miedo se riera de mí y me dijera, eres un crio para mí. Tiene novio y viven en el piso de enfrente al mío.

Bueno sigo yo, quiero echar raíces en Barcelona y quiero tener una pareja formal, con serias intenciones, de que sea para siempre, pero no quiero una persona cualquiera, quiero una persona que me acepte como soy, se dedique a mí, total obediencia y por supuesto fidelidad, al que castigare cuando lo crea conveniente y ...

... al que amare y hare muy feliz.

Esto que te propongo es como un juego, perdona una pregunta, ¿te habían azotado antes como yo lo hice ayer?

No, nunca, mi abuela que era la que pasaba más horas conmigo, era de sacarse la zapatilla y me había calentado varias veces y en verano, que lo pasaba con mis tíos y mis primos, mi tía también era de sacarse la zapatilla y algunas veces me había zurrado, pero como ayer NUNCA.

Y si no te habían azotado NUNCA, ¿Cómo es que aguantaste el castigo que te di y no protestaste ni dijiste, para que me duele y aguantaste hasta el final

No lo sé, me abdujiste, fuiste tan clara después de los dos azotes, que me dijiste, vete o quédate, desconozco porque me quede, me pareciste algo superior, te tenía miedo, estaba asustado y a la vez, atraído de estar aquí, luego me dolió, coño y tanto que me dolió, pero no me atreví a quejarme y aguante la que supongo me merecía.

Me asombro tu aguante y eso es bueno, pues lo de ayer como te dije, no va a ser una anécdota, va a ser el pan casi de cada día al principio, hasta que aprendas a ser un hombre hecho y derecho, como a mí me gusta. Ye te dije que las zapatillas y tu seríais inseparable y al tiempo, acabaras amándolas y echándolas en falta.

Pero a lo que iba, lo que yo te propongo es como un juego, donde ambos jugamos con roles diferentes.

Yo soy la dominante y decido si te mereces un castigo o no y la medida del mismo y te lo aplico.

Tu eres el sumiso, que aceptas ese rol, pero también ...