1. Una preciosidad de hijita 6


    Fecha: 01/04/2024, Categorías: Incesto Autor: Pata negra, Fuente: SexoSinTabues30

    ... por el deseo me cargó en sus brazos mientras me besaba con locura a lo largo de todo mi cuerpo y me depositaba sobre la cama. De un salto se subió sobre el colchón, me abrió las piernitas y hundió su hermosa cara entre las intimidades de mi tesoro. Los lengüeteos que me prodigó esta vez en mi tierna cuquita los sentí mucho más pasionales que todos los anteriores, y aun cuando me daba cuenta que ella les imprimía mayor fuerza, no por eso me gustaron menos, pues comencé a moverme al ritmo de la cadencia de su rostro frotándose sobre mi sonrosada abertura. No cabía duda que el contenido de la película de plano la había enardecido, pues mi ardiente tía estaba hecha una furia. Ante tan caluroso despliegue de pasión pronto experimenté las urgencias del placer; fue por ello que le dije:
    
    -Tía…ya no aguanto más…me voy a orinar en tu boca…
    
    Perdida entre mis piernas ni siquiera me contestó, sino que arreció sus acometidas con su lengua dentro de mi mojado chochito. Casi instantáneamente exploté en una tremenda orinada que ella se bebió con gran fruición sin separar ni un segundo sus calientes labios del suculento bocadillo que se estaba comiendo. Al terminar de drenar mis líquidos interiores ella se levantó y se dirigió hasta su ropero, de donde sacó un tubito de plástico. Cuando regresó a la cama pude ver que se trataba de su propio desodorante. Ávida de deseo me pidió:
    
    -¿Linda…necesito que primero me chupes mi cosita…pero cuando yo te diga, te separas y me metes despacito ...
    ... esta cosita dentro de mi rajita…quieres?
    
    -Si, claro, tía…lo que tu digas…
    
    -Pues anda…ya empieza, que estoy bien caliente…
    
    Inmediatamente se dejó caer sobre la cama con las piernas totalmente abiertas, dejando al descubierto su felposo pubis de negrura exquisita a causa de la suave vellosidad que exhibían. Yo me le eché encima emulando su propio accionar conmigo y comencé a succionarle con mi boca su rojiza hendidura que ahora se hallaba inundada por completo de transparentes flujos. Pronto mi lengua estaba convertida en una especie de serpiente ondulatoria que intentaba introducirse y hasta perderse en el inundado pasadizo escondido de las intimidades de mi tía. Así me mantuve con mi cabeza metida entre sus piernas bebiendo los jugos vaginales que salían de su ardoroso chochito, hasta que ella me dijo:
    
    -Ya, linda .ahora méteme esa cosita dentro de mi rajita…anda que me orino…
    
    Dispuesta a jugar aquel juego nuevo y desconocido tomé el tubito de desodorante y lo dirigí hacia la entrada de su vulva abierta. Coloqué la punta redondeada del largo objeto en la puertecilla boqueante y comencé a empujar con suavidad hacia adentro. Más pronto de lo que supuse el tubito se fue metiendo en el túnel precioso de mi tía hasta que sólo quedó un pequeño pedacito de fuera. Cuando tía Rebe se sintió repleta me pidió con ansiedad:
    
    -Así, linda…así…ahora, muévelo hacia los lados despacito…anda que ya casi me estoy orinando…muévelo…muévelo con tus manitas.
    
    Tomé la parte trasera ...