1. Los «toques prohibidos»


    Fecha: 03/04/2024, Categorías: Incesto Sexo en Grupo Sexo con Maduras Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30

    ... juegos de picardía entre todos, que se acabaron convirtiendo en el mejor regalo de cumpleaños.
    
    Una de las madres tuvo que enseñar las tetas a petición de uno de los niños y todos miraban expectantes como se las descubría, dejando que sus manos las sobaran un rato.
    
    Otra de ellas, se bajó las bragas y sentada en el sofá flexionó sus piernas dejando a la vista su coño en todo su esplendor, abriéndoselo con los dedos haciendo las delicias de los chavales, que se relamían esperando poner la boca entre sus piernas para saborear esos labios que se abrían mojados, a la que siguieron las demás y así fueron acabando todas prácticamente por desnudarse, incluida Zoraida, que dejándose llevar por el morbo de la situación, acabó totalmente entregada a los manoseos de los chavales, ya que mientras unos hacía lo que querían con su coño, los otros se entretenían en sus tetas, tocándolas, besándolas y mordiendo sus pezones, llevando a la locura a mi amiga.
    
    Otras de las madres, les habían bajado el pantalón a los chicos, dejando al descubierto el pene totalmente erecto, entreteniéndose en masturbarlos, mientras una de ellas se lo enseñaba a Zoraida, descubriéndole el glande y diciéndole:
    
    —Fíjate que caramelito, no me digas que no estarías una hora con él en la boca, sacándole toda la lechita.
    
    A Zoraida debió de parecerle irresistible ese ofrecimiento, porque inmediatamente se lo metió en la boca, saboreándolo sin descanso hasta que efectivamente, el chico no tardó en correrse, ...
    ... lo que pareció volver más loca todavía a mi amiga, que sin tregua, quería chuparse todas las pollas que tuviera a su alcance, pero uno de los chicos ya estaba entre sus piernas dispuesto a metérsela y cuando ella la sintió dentro, ya se entregó a la follada que estaba disfrutando arrancándole un orgasmo tras otro.
    
    Cuando los chicos fueron dejando todo su semen dentro de Zoraida y ella pudo recuperarse un poco, vio como toda su piel estaba llena de las corridas de los chicos y como a su alrededor se entremezclaban los cuerpos de mujeres maduras con los de los chicos en una orgía que mi amiga nunca se imaginó que pudiera presenciar alguna vez y menos, intervenir en ella.
    
    De pronto, un poco confundida todavía por lo que había vivido, se dio cuenta como el más pequeño la miraba sonriente y ella le preguntó:
    
    —¿Tú también me has echado la corrida?
    
    A lo que contestó su madre:
    
    —No, pobre, todavía no le sale nada, pero es la primera vez que le dejamos participar en algo así, y está feliz porque tú le has gustado especialmente.
    
    —Vaya, jaja,. ¿Y eso por qué?
    
    —Por los pechos tan grande que tienes, que se lo pasó en grande con ellos.
    
    —Qué ricura, me lo llevaría a casa.
    
    —Por mí puedes llevártelo algún día, no me importa y él estaría encantado.
    
    —Jaja, muchas gracias. No me puedo creer todo esto que me está pasando.
    
    Zoraida se llevó algún día al chaval a su casa, disfrutando de ese momento del cambio que se iba produciendo en él por el crecimiento, lo que hizo ...