1. GINA: LA HISTORIA Tercera parte


    Fecha: 11/04/2024, Categorías: Transexuales Autor: andrea, Fuente: TodoRelatos

    ... fue demasiado para el chiquillo y se vino en una tremenda eyaculación que se desbordó de la boca y gruesos hilos de semen se colgaron de mis labios y mi barbilla, dejando un rastro viscoso entre mis senos. Mi excitación se exacerbó y le chupé la verga hasta que volvió a tomar consistencia. No era muy grande, pero por lo menos lo era mas que la de Pepita, así que deseé aprovecharla de inmediato. Después de mamársela un rato, volvió a endurecerse y crecer a un tamaño ligeramente mayor que el que tenía antes de venirse en mi boca, así que lo recosté en la cama, y sin dejar de mamársela, me fui acomodando para sentarme sobre ella. Discretamente, me embarré algo de saliva en mi culo y llené su verga del mismo líquido, y de repente, salté sobre él y me empalé en su joven y dura verga. Esto lo tomó de sorpresa y se quedó quieto. Yo ya estaba como perra en celo clavándome en su verga y moviéndome como si tuviera un ataque epiléptico, pues a pesar de que no estaba muy caliente, ver la juventud del muchacho, me estimuló bastante. Él me abrazaba y me besaba los pezones, lo que aumentaba mi excitación.
    
    Por su falta de experiencia, se vino rápidamente llenando mi culo de su cálida y espesa esperma. Yo, insatisfecha, me quedé sentada en su verga y al sentir que se reducía de tamaño, la apreté fuertemente para que no se saliera, pero desafortunadamente por la cantidad de mecos que había en mi culo, se resbaló hacia fuera. Como perra en celo, me puse a mamarle su verga para que se le ...
    ... volviera a parar. Como este muchacho no estaba acostumbrado a esas cosas se asustó y quiso retirase de mi ávida y golosa boca. Como yo ya estaba demasiado caliente para permitírselo, me desprendí de su pene y le di de cachetadas mientras le decía: ¡Ah no, no te voy a dejar ir hasta que me hagas venirme, así que mejor haz que se te pare o te golpeo hasta que te desmayes. Yo estaba como loca por la insatisfacción sexual y estaba dispuesta a todo. Me pidió entonces que le siguiera mamando su verga, pero que lo dejara besarme mi clítoris (?). Me acomodé para darle gusto y poco después logré que se le volviera a parar. Le pregunté que si quería seguir cogiéndome como antes o si quería cogerme de a perrito. Él me contestó que mejor de ladito, pues se sentía cansado. Me acosté de lado y poniéndole las nalgas frente a su verga, le dije que me la metiera.
    
    Se acomodó y abrazándome, me fue metiendo poco a poco su verga. Yo le decía que si sentía que se iba a venir, me la sacara y descansara un poco, pues no quería que acabara tan rápido. Empezó a moverse y me acariciaba los senos y de vez en cuando bajaba la mano a acariciar mi pene. Su verga la sentía muy poco, acostumbrada como estaba a vergas verdaderamente grandes, sin embargo, el roce de sus escasos vellos en mis nalgas me producía una rica sensación. Él ya con mas tranquilidad, metía y sacaba su pene, aumentando mi excitación. Ya me acercaba yo al clímax y le dije: Vente cuando quieras papacito. Él aumentó la velocidad de su ...
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