GINA: LA HISTORIA Tercera parte
Fecha: 11/04/2024,
Categorías:
Transexuales
Autor: andrea, Fuente: TodoRelatos
... vulgares. Al bajarme de la cama, sentí que los huesos de mi pelvis se acomodaban haciendo ruidos de hueso contra hueso. El infeliz violador me había abierto la cadera. Me escurrió su asqueroso semen entra las piernas y al querer limpiármelas, me di cuenta que estaba sangrando. Esto no me asustó, pues no era la primera vez que me ocurría, pero si me indignó la circunstancia en que ocurrió. Era la primera vez que me violaban y en verdad me había dolido, tanto física como mentalmente. Llegué junto al muchacho y me senté junto a él, le acaricié el cabello y le pregunté: ¿Porqué lloras?, ¿Te asustaste?. Él me abrazó y me dijo: Es que yo sabía que te iban a hacer eso. Tenía que distraerte para que te cogiera el bruto ese. Pepita me dijo que si no lo hacía les diría a mis padres que soy homosexual. Me compadecí de él y hasta entonces se me ocurrió preguntarle como se llamaba. Domingo, me llamo Domingo; contestó él. ¿Y desde cuando andas con Pepita?; Hace como un mes me invitó aquí junto con otros compañeros, nos dio de tomar vino y nos embriagamos. Los otros muchachos ya habían venido antes y me convencieron para que me la cogiera. Tomaron fotografías y con eso me chantajeó Pepita para distraerte mientras te violaban. No te preocupes, le dije; ya me di cuenta que ella solo me quiere para eso. En fin, tendré que aceptar mi destino. Y dime, le pregunté; ¿a ti no te han metido la verga?. Él se quedó viéndome y dijo: Si, hace una semana me cogieron entre todos mis compañeros que ...
... vinieron. También tomaron fotos de cuando me cogían y les mamaba las vergas. Así que no puedo librarme ya de ellos. Pero lo que vi que te hicieron me asustó, pues pensé que te iban a matar con la verga tan grande que te metieron. No te preocupes, le dije; estoy acostumbrada a esos tamaños, a lo que no estoy acostumbrada es a que me cojan a fuerzas. Pero en fin, a todo se acostumbra una. No hace falta decir que cuando fui al baño, sentía como si se fueran a salir todos los intestinos, pues aparte de que la verga que me violó había penetrado mucho, la cantidad de semen que me inyectó era exagerada, y como ya tenía las descargas de Domingo entre mis intestinos, me sirvieron como si fuera un enema.
Desde luego que después de lo anterior, me fui de la casa de Pepita, quien me rogó de rodillas, literalmente, que no me fuera pues con ella haría mucho dinero, ya que el individuo que me cogió le había pagado bien, y me ofreció la mitad y que además ya me tenía varios clientes asegurados. Esto me indignó aun mas y me fui definitivamente, llevándome conmigo a Domingo, pues no iba a dejarlo para que lo explotaran.
Afortunadamente, ya para ese entonces ganaba buen dinero en la estación de televisión, así que no me fue difícil conseguir un departamento cómodo y céntrico para irnos a vivir Domingo y yo.
Debo decir que desafortunadamente el tiempo que viví con Domingo, no fue del todo fácil, pues él ya estaba un poco enviciado con el sexo y con frecuencia se perdía por días enteros, ...