Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (FINAL) - Relatos Eróticos

Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (FINAL)

... su mirada para contemplar su plato, era claro que aquello la había desconcertado, que no se esperaba que Lidia estuviera al tanto de lo que pasaba entre nosotros.

- Le vas a contar lo que pasó entre tú y yo este fin de semana ¿Cierto?

- Sí, lo haré, no quiero guardarle ningún secreto, Lidia me dio la confianza de hacer lo que hicimos, lo menos que se merece es que sea sincero con ella.

Adahí no dijo nada más mientras terminaba su desayuno, pero su rostro no logró deshacerse de la expresión desconcertada que le provocó enterarse del nivel de confianza que tenía con mi novia.

Tras haber desayunado y después de que mi hija lavara los trastes, cada uno tomó sus cosas y nos dispusimos a marcharnos, subimos al auto y comenzamos nuestro recorrido en dirección a la escuela de mi hija.

- ¿Por qué no vino a recogerte Sofi?

- Bueno, ella consideró que tal vez sería mejor que estuviéramos a solas, ya sabes, para que pudiéramos hablar y eso.

- Ya veo, entonces, supongo que tienes algo más que decirme ¿Cierto? - pregunté, porque vi en el ánimo decaído de mi hija las ganas de expresar lo que pensaba, aquello que sentía después de lo que vivimos estando a solas, una sospecha que se confirmó cuando Adahí suspiró y luego levantó la cabeza mirando hacia el frente.

- No pienso romper mi palabra, te lo aseguró, pero bueno tampoco voy a negar que me va a costar hacerme a la idea de que no volverá a pasar, quiero decir, no sé cómo fue para ti, pero para mí… bueno… no creo ...

... que haya un chico en este mundo que me pueda hacer sentir lo que tú me provocaste y odio la idea de que no vuelva a pasar.

Un nudo se me hizo en la garganta al escuchar hablando a mi hija de esa forma, pues aunque nunca lo admitiría frente a ella, esa forma de ver lo que ocurrió era la misma perspectiva con la que yo lo entendía, una forma de pensar que me provocaba una enorme frustración al saber que todo quedaría en el pasado.

- Lo entiendo, cariño, pero…

- No hablaré más del tema, papi, tampoco quiero que trates de consolarme o darle más vueltas al asunto, pero tenía que decirlo, solo quería que supieras cómo me siento y bueno… gracias por hacerlo posible, papá, de verdad, fue muy lindo que fueras el primero y que pasáramos el fin de semana juntos.

El auto se detuvo al llegar a la entrada de su escuela y entonces nos miramos, ambos con los ojos llorosos, pero sin permitir que nuestros sentimientos se apoderaran de nosotros antes de que ella se acercara, me abrazara con fuerza, me diera un beso muy cariñoso en la mejilla para luego bajar apresurada del auto y perderse tras la puerta de la escuela, dejándome atrás con un nudo en la garganta, a pesar de saber que esa era la decisión correcta dentro de todo lo inapropiado que ya era lo que habíamos hecho.

El camino hacia la universidad fue complicado, pues una parte de mí se quería aferrar a los recuerdos, emociones y sentimientos vividos en los días anteriores, revivir una y otra vez las experiencias que compartí ...