Choni y snowbunny (2) - Relatos Eróticos

Choni y snowbunny (2)

Vane se despertó perezosamente, notaba sus articulaciones y sus orificios corporales doloridos debido al intenso trajín de la noche. Los 4 sementales con los que se habían quedado Leonor y ella eran inagotables y tras la cena les habían estado dando uso intensivo hasta altas horas de la noche cuando finalmente las dejaron dormir en un colchón que habían dispuesto a tal fin mientras ellos se quedaban a dormir sentados en los sofás. Vane no se habría despertado de no haber sentido como un chorro caliente caía en su boca abierta. Por el sabor y la textura supo rápidamente que era lo que entraba en su boca. No se trataba del chorro condensado y espeso de una corrida, sino algo mucho más líquido y salado, aunque igual de caliente, pues no en vano salía del mismo lugar de donde habría salido el semen de cualquiera de los sementales. Vane abrio los ojos y vio como Godswill descargaba sus riñones tranquilamente en su boca, y Vane antes de que empezase a rebosar y callese por su cuerpo, se puso a tragar la orina del mandingo. Lo hizo no porque le preocupase que se mojase el colchón, el cual ya estaba más que sucio y mojado de sudor, de semen y de las meadas previas con las que los machos habían hidratado a las dos blanquitas durante la noche, sino porque era como la habían educado los distintos sementales negros que habían tenido el gusto de usar a la choni.

Justo cuando terminó de tragar su líquido desayuno Vane se dio cuenta de que un móvil estaba vibrando, y recordó que había ...

... quedado con su novio para verse aquella misma mañana. Gateando empezó a rebuscar entre la ropa que estaba tirada por el suelo, para terminar localizando el terminal entre los cojines de uno de los sofás donde había estado jodiendo y en ese momento pudo ver, que como imaginaba, su novio la llamaba, y que se le había pasado la hora de su encuentro.

- Buenos días, cari - respondió Vane a la llamada - Ya se que habíamos quedado hace media hora, pero estoy todavía en casa de Laura. Ayer terminamos muy tarde de hacer la presentación de Historia y no he oído el despertador - mintió resuelta la joven.

En aquel momento Vane advirtió como Lucky se ponía detrás de ella, separando sus nalgas y enfila do una vez más su maltrecho ojete con su pollon.

- Ahhhh - exclamó Vane, medio gimiendo medio protestando por el renovado asalto a su recto por parte del nigeriano - No, no pasa nada, cari.

Lucky empezó a bombear fuerte, a fondo, buscando que la golfa que tenía ensartada se delatase mientras mantenía una banal conversación con su cornudo, pero Vane con sus mejores esfuerzos pudo contenerse mientras no paraba de recibir pollazos de Lucky. Este, viendo que la cosa se eternizaba, incrementó la violencia de sus embestidas a la par que se inclinó lo suficiente como para poder tirar de los erectos pezones de la zorrita. Vane se estaba deshaciendo de placer con el duro tratamiento del mandingo, y cada vez le costaba más mantener la compostura.

- Si, si, nos vemos en una hora, cari - ...