Choni y snowbunny (2) - Relatos Eróticos

Choni y snowbunny (2)

... alcanzó a responder al borde del paroxismo la choni, para terminar despidiéndose con un totalmente falso - Te quiero mucho, bebe

Uno de los dos senegaleses que habían compartido noche y folladas con las dos blanquitas, apenas Vane cortó la llamada y sin que hubiese llegado a cerrar la boca le enchufo su polla durisima en la boca mientras le espetaba - lo que tu quieres más que nada es esto, puta

Los dos negros se sincronizaron en la follada de la joven, sirviendo el asalto de uno para lanzar a la joven contra el otro pollon que asaltaba el extremo contrario de su tracto digestivo. Vane se encontraba ensartada por los dos lados y era lanzada de un lado a otro a cada pollazo de los sementales. La situación habría sido un tormento para una fémina menos avezada en el sexo, pero si Vanesa se enorgullecia de algo era precisamente de ser una fiera en materia sexual, y por eso estaba disfrutando lo indecible aquella falta de oxigeno, los empellones en el interior de su recto, la náusea debida al choque del pollon senegales con su garganta. Vane estaba básicamente en trance sexual, y ella vivía para esos momentos.

La sincronizacion de los dos sementales fue tal que ambos se corrieron a la vez, cada uno en el interior del orificio corporal que estaban follando, y sorprendentemente en una cantidad que terminó por rebosar por ambos lados. Leonor que todo el tiempo había estado mirando sin participar, se lanzó a lamerle el culo a la choni sin el menor reparo, a Leonor le ...

... encantaba comer semen de macho negro y la humillación adicional de hacerlo de una inferior en la escala social le excitaba aún más. La pija le dejó el culo totalmente despejado de semen en un periquete a Vane, tiempo que está aprovechó para relamerse de todo el semen que tenía por la cara.

Godswill apareció en aquel momento para coger del brazo a las dos chicas y desnudas como estaban las saco a un patio que el almacén tenía en la parte trasera. Las chicas sintieron rápidamente el frío de la mañana en su piel, pero eso no fue nada comparado con el que les transmitió el chorro de agua que les dirigió el otro semental senegales que había pasado la noche con ellas, y que con una manguera las estaba regando de pies a cabeza.

- Venga, guarras, abrid bien las piernas que os limpie. No querréis llegar a casa apestando a lefa y meos - dijo el hombre mientras recorría con el chorro de agua las tetas, el vientre y el pubis de las dos chicas.

Tanto Vane como Leonor soportaron estoicamente el chorro de agua helada, y cuando el mandingo les dijo que se dieran la vuelta, se pusieran en pompa y se abriesen las nalgas, así lo hicieron sin dudar un segundo. El negro dirigió primero a un culo y luego al otro el potente chorro de agua fría, desprendiendo de la piel de ambas los últimos restos del frenesí sexual de aquella noche.

Apenas cesó la gélida ducha, el compatriota del tipo de la manguera lanzó a las dos jóvenes sendas toallas viejas para que se secaran, antes de devolverlas al ...