Cornudo doble (Micro Relato)
Fecha: 10/05/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos
... encontraban, en tanto Malik, con un enorme trozo de carne negro, gordo y repleto de venas, intercalaba los entierros de su sable primero en una vagina, y luego en la otra, mientras estas gritaban de placer.
Todo el cuerpo se me estremeció de arriba abajo, petrificado, mientras veía aquella escena con un escalofrío mortal. Apenas me di cuenta cuando Malik las cambió de posición, poniéndolas a cuatro patas, en una postura que se asemejó a un trenecito, una detrás de la otra: mi esposa Margarita siendo ensartada por su yerno, mientras ella le comía el coño a su hija, que gozaba de lo lindo delante de su madre.
Las tetas de mis mujeres se balanceaban sobre sus pechos mientras la verga negra y gorda de Malik les sacaba los mejores orgasmos mientras éste las insultaba sin parar “muevan esos culos, par de zorras, y griten como las putas que son. Que todos los vecinos se enteren que en esta casa hay un nuevo macho.”
Ni siquiera se dieron cuenta de cuando yo comencé a sollozar, mucho menos cuando saqué mi teléfono y en modo cámara comencé a grabar la escena bbc. Era lo que necesitaba para presentarla al abogado, aunque no estaba muy seguro de si sería capaz de afrontar que mi esposa y mi hija se habían convertido en las putitas de un negro de mierda.
Los mojados coños de mis mujeres no paraban de expulsar flujos de placer mientras Malik las fornicaba. Los culos de Margarita y Aleida temblaban como gelatinas ante cada embestida. Lo que más me indignó fue cuando Malik me ...
... observó de reojo, ofreciéndome una perversa sonrisa, y ni siquiera porque me vio allí dejó de cabalgar a mis mujeres, primero a una y luego a la otra, introduciéndoles su negra verga hasta los gordos huevos.
La degradación a las que Malik sometía al par de golfas era sadismo puro. Y mis dos mujeres accedían a sus peticiones completamente emputecidas. ¿Hacía cuánto tiempo que Margarita se acostaba con Malik? Frases como“¡Así, dame, papi, métela toda!” “¡Relléname de verga, mi amor, así, vamos… lléname de tu lechita!”resonaban una y otra vez en mi cabeza.
Durante los siguientes dos cuartos de hora Malik no dejó de cogerlas muy duro, para luego dejar que estas le chuparan el pollón hasta hartarse. Lo peor vino cuando puso de rodillas a las dos putas y se corrió sobre sus caras, para luego obligarlas a besarse, en un acto incestuoso aberrante, y luego a comerse su esperma la una a la otra hasta que estuvieron limpias. Entonces, como si hiciera falta un gramo más de humillación, Malik se volvió hasta mí diciendo: “¿Pero es que no van a saludar al cornudo, mis queridas putitas?”
Cuando mi mujer miró hacia la puerta, su rostro se descompuso, saltó de la cama, pálida, todavía con el chocho escurriéndole entre las piernas y sus gordas tetas enrojecidas por las absorbidas y mordidas, gritándome con terror:
—¡José… querido… esto no es lo que parece! ¿Eso que llevas allí es tu celular? ¿Pero es que nos has grabado? ¡Dios mío, José, vuelve...!
Pero yo ya había echado a correr ...