1. El secreto que guardaba mi novia


    Fecha: 12/05/2024, Categorías: Confesiones Autor: Altxu, Fuente: TodoRelatos

    El amor a veces coincide con los amantes, otras veces no. Mi chica me tenía la espera hacía mucho tiempo. Nuestra relación era de coqueteo, calentón, mucha vida social, pero no había sexo. Eran otras épocas. El respeto era mutuo, sabíamos que llegado el momento se daría de forma natural. No había dudas. No era necesario apurar nada. Nos sentíamos seguros.
    
    Siempre vestía muy bien, con algo de soltura. Nada de complicaciones, más madura que el resto, sabía resolver lo que sucediera. Me ganaba su seguridad, su frescura. Nadie le decía lo que debía hacer, pero era muy dulce en su trato. Por ello, no tenía miedo de perderla y me sentía muy atraído. En realidad, muchos se sentían atraídos, al punto que algunos se le habían declarado, incluso sabíendo que estaba conmigo. No solía contarme estas cuestiones, decía que eran sus temas, pero cuando era muy evidente, me lo confesaba.
    
    La aceptaba como era, no tenía por qué cabrearme. Estaba conmigo y era derecha. Bueno en su actuar, porque sus curvas eran un infarto. Pechos prominentes, sabía jugar con los escotes, al punto de mostrar hasta donde se puede. Sus caderas le daban una cadencia al caminar que llamaban la atención, mientras que el viento revoloteaba sus faldas, para marcar sus hermosas nalgas. Una preciosura, sonrisa complaciente, como de las que entienden antes que les digas nada.
    
    Nuestra relación maduraba y las ansias me asaltaban. No importaba si era un evento o una salida, quería, deseaba, me prendía fuego por ...
    ... estar con ella. Sin embargo, ella parecía controlarlo todo. Sugería lo que yo quería escuchar, se guardaba de tenerme con la tensión que me controlaba. No entendía como lo hacía, pero siempre terminaba por decir que si, lo haríamos a su manera. Esa manera, siempre implicaba esperar. Es que todo era muy familiero, siempre alguna reunión, un evento, un encuentro entre familias. Los tiempos en soledad, era para armar nuestros proyectos y soñar. Tampoco eran muchos.
    
    Ella era la de menos edad de sus hermanos, por lo que su palabra era sagrada, para lo que quisiera, sin embargo, por su casa siempre pasaba gente, que si no eran los vecinos con algún problema, era sus tíos que venían de visita. O algún amigo o amiga que estaba en la ciudad, y le daban alojo. Además de los hermanos con sus amigos, sus padres tenían gran vida social. Las cenas familiares eran memorables, siempre mucha movida, bailes, encuentros, gracias de todo tipo.
    
    Ya harto de no encontrar los momentos para relajar, de no poder asegurarme un tiempo a solas para avanzar, decidí hacer un viaje con ella, a la costa, que sabía que no se resistiría, dado que le va todo lo que sea mar y sol. Así que con los calores intensos, me puse en contacto con una empresa para un paquete. Lo tenía todo planeado. Hotel, sol, mar, buena comida, baile y a la noche poder concretar. Un tiempo para nosotros.
    
    Ya instalados, disfrutamos de todo. En la noche, luego de cena y un poco de marcha, nos fuimos al hotel. Tenía toda la intención ...
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