Amor familiar (capitulo 4)
Fecha: 13/05/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Incesto
Autor: cleversex, Fuente: SexoSinTabues30
... papa. Como si estuviera gravando a una actriz profesional y no a una cría de quince años.
Seguí apretándola lentamente hasta que finalmente, agarrándola otra vez el clítoris me corrí mientras Marina chillaba con otro orgasmo. Sentía perfectamente cómo su ano abrazaba y apretaba mi polla y cómo se contraía con el orgasmo. Permanecí unos minutos con mi flácida polla en su interior mientras la besuqueaba el cuello y girándola el cuello, la boca.
—Espera, que quiero grabar cómo se la sacas, —me dijo papá saltando de la cama y colocándose junto a nosotros. La incliné hacia delante hasta que su rostro tocó la cama y entonces la extraje lentamente. Papá siguió con un primer plano del ano y la vagina de Marina—. Marina, échalo fuera.
Le obedeció y un líquido blanco empezó a salir de su ano. Fue retirándose hacia atrás y entonces la empuje con el pie para que se tumbara totalmente en la cama. Sin soltar la cámara, rodeó la cama y subiéndose a la cama de rodillas, agarró a su hija por el pelo y la obligó a abrir la boca y chuparle la polla mientras la seguía grabando. Cuándo se fue a correr, se la sacó de la boca y la llenó la cara con su esperma, aunque no fue muy abundante por razones obvias. La dejó tumbarse bocarriba y estuvo recorriendo con la cámara todo su cuerpo empezando por su sucio rostro y bajando lentamente, primero hasta su zona vaginal, yo la había separado las piernas para facilitar la imagen, y luego terminando en sus pies.
Así dimos por concluida la ...
... grabación.
Mientras preparaba dos vasos de whisky, papa limpió la cara de su hija y la desató los brazos. Después, nos sentamos en la cama con la espalda apoyada en el cabecero con Marina a nuestros pies.
—¿Has visto la hora que es? —dijo papá enseñándome el reloj.
—¿Las ocho? ¡Joder! Se me ha pasado la tarde volando.
—Y a mi, —dijo papá atrayendo a su hija y colocándola entre los dos. La cogí la mano y empecé besársela—. ¿Tenéis hambre? —los dos asentimos—. ¿Qué quiere cenar mi nena preciosa?
—Marisco.
—Pues marisco, —y mirándome añadió riendo—: esta ha visto la caja de langostinos.
—Eso parece, —respondí rodeándola con el brazo el cuello y achuchándola mientras mi hermana chillaba riendo.
—Los cocidos están todavía congelados, pero los frescos si los podemos hacer a la plancha.
—Pues no se hable más, —dije levantándome. Me puse los pantalones de chándal y una camiseta y bajé a la cocina. Papá me siguió después de vestirse mientras Marina se metía en la ducha.
—Podríamos hacer también la pata de pulpo que hemos traído al vacío: la podemos hacer también a la plancha, —dijo papá.
—Y abrimos el salmón ahumado que me apetece, —añadí.
—Perfecto, ¿un vino verdejo? —asentí y papá bajó al sótano dónde teníamos el botellero—. Se nos ha olvidado conectar la calefacción del sótano y hace un frío de cojones y una humedad de la hostia, —dijo papá cuándo subió con la botella y la metía en el congelador.
—Es verdad ¡joder! ¿cómo lo ves?
—Que seria mejor ...