FANTASÍA CANINA (corregido) - Relatos Eróticos

FANTASÍA CANINA (corregido)

... mostrándome un par de blancos y turgentes pechos, coronados por oscuras areolas y dos duros y enhiestos pezones, los cuáles me ofreció, y que comencé a lamer con avidez, logrando en pocos momentos, que se pusieran duros como dos pequeñas piedras preciosas, mientras ella se acariciaba con una mano, y con la otra estimulaba su clítoris, primero por encima del bikini, y después por dentro del mismo, logrando llegar en pocos minutos a un pequeño orgasmo.

Levantándose, se dirigió a un sillón de forma extraña, tenía el respaldo más atrás de lo normal, lo que permitía estar recostado sobre el, la altura del asiento un poco más alta de lo normal, y un hueco de forma curva, que permitía a quien se sentase en el mantener las piernas abiertas y ligeramente al aire, así también, permitía a la pareja colocarse hincado frente a quien se sentase, logrando una excelente posición sexual.

Aunque para los efectos que mi ama deseaba, era perfecto para poder realizar la posición misionera con su amante canino, o sea, conmigo:

y sentándose en el, me hizo un chasquido con su sensual boquita, al tiempo que tocaba con sus bellas manitas el pulcramente depilado monte de venus, el que no había observado hasta ese momento, y que se había recortado en forma muy artística, dejando solamente un triángulo de rubios vellitos sobre sus labios mayores.

Inmediatamente entendí sus deseos, y dirigí mi perruna lengua a esa hermosura de vulva, la cuál comencé a lamer por encima del sensual bikini, que ...

... para esos momentos se encontraba totalmente mojado, por su tremenda excitación y su reciente venida (corrida).

Por algunos minutos me deleite saboreando los increíblemente deliciosos jugos que se derramaban de la rubia vagina. se levantó ella por un momento, sólo para despojarse de su bikini, dejándose el baby doll, volviendo a sentarse y yo a seguir lamiendo la deliciosa miel vaginal de mi ama.

Tras unos minutos volvió a experimentar otro orgasmo, que le provocó una tremenda sacudida en todo su sensual y hermoso cuerpo, y un espectacular derrame de jugos, que recibía en mi boca y bebía con avidez.

Casi se desmayó, con la tremenda venida, y cuando se repuso, me atrajo hacia ella.

Yo, comprendiendo su intención, subí mis patas delanteras en el sillón, colocándolas a cada uno de sus costados, e inmediatamente introduje mi largo y enhiesto miembro canino en la rubia, sensual y ardiente vagina. solamente entrar, y a ella le vino una tremenda venida, que la hizo apretar sus músculos vaginales alrededor de mi verga, y que provocaron que en poco tiempo yo también me derramara mi canino semen dentro de ella.

Contrariamente a lo que habría hecho un perro, quien se hubiese salido de ella, yo permanecí dentro, seguí bombeando mi ardoroso tolete, mientras ella me abrazaba y aflojaba un poco el interior de su cuquita, para que mi verga se moviera libremente en sus ardientes entrañas, mientras mi lengua daba rápidos y cortos lengüetazos en su deliciosa boquita, hasta que ella ...