Una joven de 18 años paga viaje de Uber con otra cosa
Fecha: 14/05/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: uber_743, Fuente: CuentoRelatos
No diré mi nombre. Soy un hombre casado de 32 años. Llevo trabajando para Uber 4 años y en este trabajo me ha tocado de todo, pero el día de hoy contaré la historia más rica que me tocó vivir en todos mis años en esta aplicación.
Durante un día de verano, subí a eso de las 6 de la tarde a una joven de 18 años. Desde el momento en el que me paré a lado de ella para recogerla admiré lo deliciosa que estaba. Llevaba un pantalón de mezclilla azul, no se veía nalgona, de hecho, noté que era de pompis pequeñas. Se veía que estaba tetoncita, de aproximadamente talla 38B. En la parte de arriba usaba una blusa de tirantes negra que le dejaba ver una rica rayita divisora de las tetas de aproximadamente 3 cm, de esos escotes que se marcan bien deliciosos cuando los ves desde arriba. Su blusa la acompañaba con un suéter super ligero gris que usaba para protegerse del sol. En su cara usaba un labial rojo bastante sabroso y unos lentes de sol como los de los pilotos.
Desde el momento en que se subió fue toda una tentación para mí. Repito que estaba casado, pero no podía evitar tratar de sacarle plática mientras la llevaba a su destino. Esto es algo que hacía siempre que se subía una delicia a mi auto; aunque yo sabía que nunca se haría nada, me estimulaba el hacerme a la idea de que algún día se me haría algo con una de mis pasajeras.
Para mi suerte, este día fue diferente. Pasados la mitad del recorrido, ella comenzó a decirme apenada que no tenía dinero, que se lo había gastado ...
... en la salida con sus amigas y que si se lo podía perdonar. En mi mente retorcida, vi esto como una oportunidad única en la vida, así que obviamente le hice la mítica pregunta de “¿Y cómo me lo vas a pagar?” a lo que ella respondía haciéndose la santita diciendo “no sé… tú dime como”.
Me esperé hasta estar cerca de su casa y terminé el viaje, luego, me desvié a un estacionamiento que quedaba en un centro comercial que quedaba cerca. Busqué el lugar más escondido: en un rincón. Detuve el auto, la volteé a ver y le dije “Pásate para adelante”. Ella se bajó del carro y se pasó al asiento delantero. No podía creer que esto estaba basando.
-Como fueron 232 pesos, el beso debe durar 2 minutos- Dijo en tono burlón.
-Lo que tú digas ricurita- Respondí bastante excitado.
La tomé suavemente de la nuca con mi mano derecha, asegurándome de sentir su liso cabello mientras lo hacía; Y puse mi mano izquierda en su hombro derecho, metiéndola por debajo de su suéter para sentir su joven piel y jugar un poco con el tirante de su blusa.
La acerqué hacia mí lentamente, los dos cerramos los ojos, abrimos las bocas y con mis labios abracé su labio superior, estirándolo poquito en un beso que duró a lo mucho 2 segundos, pero fue tiempo suficiente para sentir su rica juventud en mí.
-Pero pon el cronómetro- Me dijo en tono burlón.
Saqué rápidamente mi celular y puse el temporizador exactamente en los 2 minutos con 32 segundos que acordamos. Puse el celular en su soporte y devolví ...