1. Una joven de 18 años paga viaje de Uber con otra cosa


    Fecha: 14/05/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: uber_743, Fuente: CuentoRelatos

    ... mis manos a la posición antes mencionada.
    
    Nos comenzamos a besuquear, sus besos eran tan suaves, tan ricos. Sus labios se sentían exquisitos, como un verdadero fruto prohibido. En este momento, no pensaba en otra cosa más que en mi joven amante de 18 años; tan inexperta, adentrándose apenas en la vida adulta, sentada aquí, en mi auto, besuqueándose con un hombre 14 años mayor que ella.
    
    Entre besos, también me puse a pensar en su familia. Yo no tengo hijas, pero trataba de imaginarme al papá en su casa esperando a que su hija llegue, sin saber que “la niña de papi” se anda besuqueando con el conductor del Uber sólo para no pagarle. Si al llegar a su casa veo a su padre de lejos, no sé si pueda verlo sin pensar “Me acabo de besuquear bien rico a tu hija”.
    
    Los besos fueron subiendo poco a poco de intensidad. Comenzamos a besarnos más rápido, con mayor pasión que antes. Yo sentía como ella pegaba más y más mi cabeza contra la suya, mientras yo hacía lo mismo con mi mano derecha en su nuca. Entre tanto beso, comencé a sentir su lengua chocando contra mis labios. Sabía perfectamente lo que ella quería y yo también lo anhelaba. Abrí de más mi boca y asomé poquito mi lengua, la cual chocó con la de ella.
    
    En el siguiente beso, lo hice de nuevo, esta vez haciendo un rápido movimiento de abajo hacia arriba con mi lengua para lamérsela. Sentí tan rico cuando mi lengua lamió la punta de la suya. Para el tercer beso, los dos hicimos el movimiento y nuestras lenguas se frotaron ...
    ... bien rico en una fracción de segundo. En el cuarto beso, abrimos más nuestras bocas y nuestras lenguas chocaron como si fueran dos carros yendo a máxima velocidad, hicimos unos cuantos círculos con las lenguas para enredarlas rico antes de cerrar los labios y terminar con este beso tan fogoso.
    
    Para este punto, nos estábamos besuqueando bien rico de lengua. No sabía lo mucho que me hacía falta un beso de lengua hasta ese día. Era tan rico, sentir su lengüita rica y suavecita enredarse tan apasionadamente con la mía, mientras nuestros labios tronaban bien rico con cada beso que nos dábamos. Entre tanto beso, comencé a bajar mi mano izquierda por su pecho hasta que mi dedo índice llegó a ese rico escote de 3 cm que se asomaba por su blusa.
    
    Deslicé mi dedo por la deliciosa rayita de sus tetas hasta llegar a la blusa, abrí mi mano lo más que pude y le di un buen apretón a su teta derecha mientras nuestras lenguas se enredaban bien rico. Esto ocasionó que ella soltara una pequeña risa, por lo que se despegó del beso un segundo. Yo creí que me quitaría la mano de su pecho, pero solamente tomó aire y me siguió besuqueando, mientras yo obviamente le seguía apretando su rica teta con cada lengüetazo que nos dábamos.
    
    De lo rico que sentía su teta, deslicé mi mano por debajo de su suéter para bajárselo por debajo del hombro y sentir su brazo, gesto al que ella respondió sacando el brazo del suéter, para después hacer lo mismo con el brazo derecho y ahora estar únicamente con su ...