1. Una joven de 18 años paga viaje de Uber con otra cosa


    Fecha: 14/05/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: uber_743, Fuente: CuentoRelatos

    ... rica blusa de tirantes, mientras yo aprovechaba para ahora manosearle los ricos brazos que tenía.
    
    No pudimos contener la pasión, nos estábamos besuqueando de lengua con tanta intensidad que ignoramos por completo cuando el cronómetro del celular terminó, Nuestros besos y manoseos escalaron tanto que al final nos terminamos yendo a los asientos traseros de mi auto y… me la terminé cogiendo.
    
    Me era increíble pensar en lo que acababa de hacer. Yo, un hombre de 32 años cogiéndose a una joven de 18 recién salida de la adolescencia. Una joven cuyos padres la esperaban en casa sin saber que estaba siendo cogida por el conductor de su Uber.
    
    Cuando nos metimos en los asientos de atrás nos seguimos besando. Yo le quité primero su rica blusa de tirantes, dejando ver su delicioso cuerpo tan suave y rico. Luego le quité el sostén y cayeron sus sabrosas tetas que me comí con mucha pasión, antes de quitarle su pantalón y terminar por medio acostarla, terminando con su cabeza y hombros apoyados en la puerta, mientras que su cuerpo yacía acostado recorriendo todo el asiento trasero de mi auto. Como sus piernas ya no cabían, las flexionó y traté de acomodárselas en los reposa-cabezas de los asientos tratando de que quedaran lo más abiertas posibles.
    
    Admiré su cuerpecito desnudo; sus ricas tetas, su ombligo delicioso, su panochita cerradita y limpiecita. La tomé suavemente de las caderas y a como pude me la cogí bien rico. A pesar del poco espacio que teníamos me di un buen festín ...
    ... con el cogidón delicioso que le di. Sólo escuchaba sus ricos gemidos mientras sentía como se movía el auto. Miraba su cara; con sus ojos cerrados y su boca bien abierta soltando unos gemidos de ensueño, luego veía como sus tetas rebotaban bien sabroso y como su ombligo se flexionaba con cada cogida que le daba. Aunque no me lo decía tal cuál, sabía por su forma de gemir, de moverse que estaba disfrutando bastante con la cogidota que le estaba dando.
    
    Durante la cogida, escuchamos como su celular sonaba, traté de asomarme al asiento delantero ya que ahí lo había dejado y alcancé a leer que eran mensajes de su papá. Ella me preguntó de quién eran y le dije que de él, luego le pedí que respondiera, pero ella me dijo que no, que nos olvidáramos de eso. En ese momento hice caso y lo ignoré por completo, pero ahora pienso en retrospectiva y me calienta pensar que al mismo tiempo que su papá sostenía su celular para escribirle a su hija, yo me la estaba cogiendo y él ni en cuenta. Pobre señor, imagínate estarle mandando mensajes a tu hija para conocer por donde viene, sin saber que mientras escribes en tu celular, a tu hija le andan dando una buena cogida.
    
    Después de una larga y deliciosa cogida, terminé viniéndome en su abdomen. Sentí bien rico echándole toda la leche en su deliciosa pancita y su ombliguito rico. Nos sentamos y nos volvimos a dar un rico beso de lengua, esta vez completamente desnudos. Aproveché para manosearle toda la espalda y un poquito las pompis durante ...