La perversión me sedujo 19 - Relatos Eróticos

La perversión me sedujo 19

... –dijeron ellos.

–No habíamos hecho nunca esa clase de sexo salvaje. –dijo Antonio.

–Lo entendemos. –dijo Carolina.

–Sois unos cerdos asquerosos y os van todas esas prácticas pervertidas, pero ya sabéis lo que os espera si os gusta esas cosas. –dijo Carolina.

–No seas así, que nunca habíamos experimentado nada similar. –dijo Antonio.

–Es verdad. –dijo Arturo.

–Sea como fuese, nos pusieron a cien, porque no pudimos decir que no. –dijo Manuel.

–Lo que habéis visto hoy es la muestra de lo que os espera, si seguís, buscándolas para tener ese tipo de sexo pervertido que nos habéis contado. –dijo Sara.

La conversación hice que todos se excitaran cada vez más, por lo que todo se precipitó más deprisa, acelerando la situación. La luz era tenue, con cierta oscuridad que provocaba las sombras en sus caras.

Eran cuatro chicas para tres chicos, por lo que una tenía que abandonar, permitieron el sexo a sus compañeras, o de alguna manera, unirse a la fiesta. Comenzaron a besarse en la boca con pequeños besitos y caricias en el cuello de ellas.

Arturo besaba a Carolina, mientras que Manuel besaba a Sara, y Nadia estaba con Antonio, pero Olga en cambio no se quedó quieta, besando junto con Carolina a Arturo.

Era como una fiesta de sexo libre como en comuna, porque comenzaron a desnudarse, mientras se daban besos, te tocaban los pechos, mordiéndolos con la boca.

Todos estaban desnudándose por lo que se levantaron para quitarse la ropa, mientras que se les ...

... veía la erección de sus pollas, ellas tenían los pechos erectos por la excitación de ver sus pollas junto con sus cuerpos.

No tardaron en acercarse mutuamente para comenzar a besarse. Realmente, parecían unas zorras en celo, porque sus besos eran más intensos y mostraban un gran deseo de satisfacerse. Mientras que Olga comenzaba a hacerle una felación, chupándole la polla, mientras Carolina le besaba la boca.

En cambio, Arturo, tocaba y masajeaba sus pechos, comenzando a besar su cuello y chupándole el pezón izquierdo, mientras Carolina soltaba un gemido de placer. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de placer Carolina. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer Carolina. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de placer Arturo. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer Arturo.

Fue cuando Olga, viendo que Carolina estaba preparada para hincarse aquel falo gigantesco de unos 30 cm de largo, echó para atrás, levantándose para dejarlos que fornicaran.

Ambos comenzaron a follar de manera salvaje, por todo el deseo y la pasión que tenían acumulados. Ellas, porque llevaban tiempo sin follar y estaban muy excitadas y cachondas perdidas después de la conversación que habían mantenido todos.

Era una lástima, porque como eran tres para tres, Olga se quedó fuera del juego, momentáneamente. Sea como sea, comenzó a tocarse, masturbándose, viéndolos a todos follando de esa manera. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían de placer. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer.

Todos gemían de gran sexo que estaban teniendo, mientras ...