La perversión me sedujo 19
Fecha: 20/05/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: piesitos, Fuente: TodoRelatos
... pies.
Notaron como sus pollas estaban erectas como torres de marfil, así que entendieron que tratarlos de esa manera humillante y denigrante, les gustaba.
–Ahora, vais a hacernos disfrutar a nosotras. –dijo Sara.
–¡No me fastidies! –dijo Olga, riéndose de la situación, sentada en el sofá de enfrente, viéndolas cómo humillaban a los tres, mientras que tomaba fotos y grababa en vídeo.
Por supuesto, todo eso hizo que comenzara a humedecerse nuevamente y a excitarse, poniéndose cachonda perdida. Le pareció sentirse como si estuviesen en el rodaje de una película porno.
Sea como sea, Sara y Nadia, restregaban un pie detrás de otro en las lenguas de Antonio y de Manuel, dándose cuenta que eso que les contaron era verdad. No se habían negado, todo lo contrario, sino que obedecían sintiendo placer y excitación.
–¡Vamos lamed nuestros pies, cerdos! –ordenó Nadia.
Ellos lamían y chupaba sus pies, soltando gemidos, para ir a tocarse sus pollas, pero ellas les dijeron que las manos a la espalda.
Allí, estaban ellos, con una erección del copón, mientras lamían y chupaban los pies de sus amigas, sintiendo el mismo placer que habían tenido el fin de semana pasado con Lucy, Soraya y Stefany. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían de placer. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer.
Carolina apartó su coño de la boca, sintiendo muchísimo placer, pero no quería correrse, así que puso sus pies en su cara, restregándoselos, mientras que Arturo comenzó a lamerlos y a ...
... chuparlos.
Carolina restregaba sus plantas de sus pies en su lengua, haciendo que se los limpiase hasta que comenzó a metérselos en la boca, comenzando a chuparlos como su fuese un perro.
–¡Menudos, cerdos que sois los tres! –dijo Carolina.
–¿Os gusta esto, putos cerdos asquerosos? –preguntó Carolina.
–Si, nos gusta muchísimo. –respondieron ellos, mientras seguía lamiendo y chupando sus pies.
Las chicas se dieron cuenta que les había encantado hacer todas esas cosas pervertidas que Lucy, Soraya y Stefany las habían visto hacer. Ellas no tenían experiencia similar en esos temas del BDSM, pero se les estaba dando bien.
–¡Puedes traernos las correas de sus pantalones y las nuestras, Olga! –ordenó Nadia.
–Si, claro, no hay ningún problema, esperad unos minutos que voy a por ellas. –respondió Olga, que estaba excitada y cachonda perdida de ver como se desenvolvía toda la historia de esa noche.
Olga vino con tres correas de sus pantalones junto con las suyas para dárselas a ellas, mientras les lamían y chupaban sus pies. Hasta ese momento, no se habían percatado de lo placentero que era una adoración de sus pies, por lo que estaban excitadas y cachondas perdidas, sintiéndolo todas esas emociones nuevas.
Además, les trajo la cesta de las pinzas de tender la ropa.
–¿Y las pinzas? –preguntó Sara.
–¿No te acuerdas de esa escena hace unos meses en las que vimos usarlas en unos chicos a Lucy, Soraya y Stefany? –preguntó Olga.
–Es verdad, se me había olvidado. –dijo ...