La perversión me sedujo 19 - Relatos Eróticos

La perversión me sedujo 19

... abriéndoles sus culos como vulgares putas de mierda. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían de dolor los esclavos. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer los esclavos. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían de dolor los esclavos. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer los esclavos.

Sin ellos, quererlo o sin darse cuenta, comenzaron a correrse de manera sola sin tocarse. Sólo por ser follados por el culo, y dándoles latigazos en su espalda y en su culo con las correas de las faldas de sus amigas.

Era algo impensable, para ellos, haber descubierto el punto G del hombre, analmente, y mucho menos descubrirlo de esa manera. Pero una vez descubierto, estaban gozando de lo lindo y gimiendo como unas putas zorras delante de sus amigas, qué durante unas horas, habían permitido, convertirse en sus Amas, aceptando ser sus esclavos y perros.

Una vez que se habían corrido totalmente, les sacaron las pollas de sus culos, para tirar de sus correas, les hicieron darse la vuelta.

–¡Abrid la boca, esclavos! –ordenaron ellas, metiendo sus pollas en sus bocas con facilidad sin presentar ninguna resistencia.

Comenzaron a follarles la boca a los tres, mientras que Olga que era la más perjudicada por no tener un esclavo para ella sola, fue metiéndoles su polla de silicona por sus anos, uno detrás de otro.

Por el otro lado, estaban Nadia, Carolina y Sara, sodomizándoles las bocas metiéndoselas hasta el fondo. Parecían haber nacido para ser folladas esas bocas desde hacía unas horas.

A la misma vez, las ...

... limpiaban de sus heces, por lo que para ellas era importante que se las limpiaran con la lengua. Para ellas, los esclavos debían de limpiar con su lengua todo lo que sus Amas ordenaran.

Eso era lo que habían presenciado en alguna humillación pública que habían visto hacer a Soraya, Lucy y Stefany. No es que fuesen expertas en dominar y someter, pero lo habían planeado a conciencia desde el momento que los vieron con ellas.

Detrás de estar un tiempo, siendo folladas sus bocas por esas pollas de silicona de ellas, se las sacaron para sentarse en el sofá, poniéndoles sus pies sucios del suelo, pero manchados de sus sémenes, restregándoselos en sus caras y por su boca.

Ellos, no lo pudieron evitar cuando les ordenaron.

–Abrid la boca y sacar la lengua, esclavos. –dijeron ellas.

Las tres estuvieron limpiándose las plantas manchadas de suelo y de los fluidos de ellos, hasta que estuvieron totalmente limpios para detrás meterles los dedos en sus bocas.

–¡Ahora, lamed y chupadnos los pies, esclavos! –ordenó Carolina.

Ellos, se quedaron lamiendo sus pies y chupándoselos, mientras ellas, hablaban entre ellas con sus móviles en la mano, y con la otra tiraban de sus cuellos hacía sus pies, controlando la situación y demostrando quién mandaba.

–Pues, ¿Qué vamos hacer el fin de semana que viene? –preguntó Nadia.

–No sé, la verdad. –dijo Sara.

–Como no vayamos al Visión. –dijo Carolina, mientras Olga había estado follando sus culos, reventándoselos para dejarlo y ...