1. La perversión me sedujo 19


    Fecha: 20/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: piesitos, Fuente: TodoRelatos

    ... esclavos de dolor. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían los esclavos de dolor. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían los esclavos de dolor.
    
    –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Diez, once, doce! –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían los esclavos de dolor. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían los esclavos de dolor. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían los esclavos de dolor.
    
    Los gemidos eran cada vez más altos, por el dolor que sentían, poniéndoles sus culos rojos como tomates, mientras que ellos, los contaban hasta que llegaron a darles como unos sesenta zapatillazos, haciendo que les dejaran marcas en sus culos.
    
    Los esclavos comenzaron a llorar mientras ellas se reían de risa, diciéndoles.
    
    –Vais a aprender a obedecernos, esclavos. –dijo Carolina.
    
    –Sois unos esclavos y perros de mierda, cerdos asquerosos. –dijo Sara.
    
    Hasta que se cansaron, dejándolos en esa posición humillante y denigrante para ellos, para irse a la cocina, mientras que otras se quedaban viendo la televisión.
    
    Carolina sacó una manta con una sábana para dejarla en el suelo a las patas de su cama, haciendo lo mismo las demás.
    
    –¡Venga a dormir, perro! –ordenó Carolina, cogiendo la correa de su perro, para hacerle caminar detrás de ella.
    
    –¡Venga, sígueme, esclavo! –ordenó Carolina, riéndose de risa al ver al pobre Arturo siguiéndola como un perro con su polla tiesa y empalmada.
    
    Las demás, dijeron lo mismo para que fuesen detrás de ella, salvo por la diferencia que ellas con la correa les daban en el culo, quejándose de dolor por los correazos ...
    ... en sus culos.
    
    Apagaron las luces para para quedarse a dormidas, mientras que los perros ocupaban sus lugares para dormir por primera vez.
    
    Cada uno de ellos, se durmieron en las mantas que habían dejado ellas en el suelo junto a las patas de sus camas, mientras tenían una erección tremenda de sus pollas.
    
    No habían decaído en ningún momento sus erecciones. Realmente, todas aquellas humillaciones les había gustado, y les estaba gustando la manera que los trataban denigrantemente y humillantemente.
    
    ¿Cómo es que les gustaba todo aquello? Era algo que se estuvieron haciéndose los tres, antes de quedarse dormidos, pensando en lo que les sucedería al día siguiente.
    
    El caso que la noche transcurrió en silencio y con total calma, quedándose todos durmiendo hasta que llegó las seis de la mañana, las cuales, se levantaron de mal humor, porque tanto Arturo, Manuel como Antonio, no las habían despertado para ir al trabajo.
    
    –Puto esclavo de mierda. –dijo Carolina, tirando de la correa y dándole una patada en el culo, haciendo que se despertarse para encontrarse con la planta de su pie en su boca, pisándole la cara.
    
    Arturo que había cogido el gusto por lamerle sus pies, abrió la boca para sacar la lengua, comenzando a lamerle la planta de su pie y a chuparle sus dedos.
    
    –¡Menudo cerdo que estás hecho, esclavo! –dijo Carolina, sentada en la cama, viendo como le lamía los pies, uno detrás de otro, poniéndole sus pies en su cara para que oliera su olor de sus pies, ya que ...