La perversión me sedujo 19 - Relatos Eróticos

La perversión me sedujo 19

... creer, porque la piel de nuestro cuerpo, se está oscureciendo más, según pasen más días. –dijo Vanesa.

–El lunes, nos incorporaremos a nuestros trabajos, y vamos a ver cómo lo explicamos. –dijo Vanesa.

–Si, la verdad que tengo mucho miedo. –dijo Nagore.

–Tengo ganas de hacer pis, ¿Me acompañas? –preguntó Nagore.

–Por supuesto, ve delante que te sigo Nagore. –dijo Vanesa.

No lo habían dudado ni pensado, en ausencia de sus Amas, podían haberse puesto de pie e ir caminando, pero no lo hicieron, siguieron de rodillas como perras para ir al baño de sus Amas, que ahora no les pertenecía en absoluto.

Las dos se fueron al baño para llegar a la taza del váter y levantar la pata para soltar su chorro. Las órdenes de sus Amas, había sido muy clara, son esclavas y perras negras, por lo que deben de mear y cagar como perras.

Las dos se pusieron a un lado del váter para estar de rodillas a cuatro patas para ponerse hacer pis. No eran muy expertas, pero el otro día, fallaban y tuvieron que lamer toda la orina del suelo, por lo que esta vez atinaron mejor la puntería.

Sobre cómo hacer del cuerpo en casa, debían de hacerlo abriéndose de piernas, que era la postura más humillante para una mujer, pero era la ideal para denigrarlas y humillarlas, haciéndolas sentir como esclavas y perra sexuales.

Después de hacer pis, tenían que hacer del cuerpo, y era algo muy difícil, ya que las órdenes de sus Amas, eran muy claras. Las perras no se sientan en el váter, sólo limpian ...

... con la lengua y hacen pis de esa manera.

¿Cómo hacer del cuerpo? Pues la verdad que Patricia no había sido tan imaginativa, pero Diana, era una chica muy retorcida. Al parecer le gustaba el scat, por lo que propuso un juego o una manera de hacerlo.

–Cuando tengáis ganas de hacer pis, levantáis la pata como los perros y apuntáis al váter. –había dicho Diana.

–¿Y para hacer del cuerpo? –preguntó Patricia.

–Muy fácil. –había dicho Diana.

–Se abren de piernas y cagan en el suelo del aseo en un rincón cada una mirándose a la cara. Una enfrente de la otra para que se vean bien, humilladas y denigradas. –había dicho Diana.

–La verdad que eres muy retorcida, Diana. –le contestó Patricia, riéndose de la situación.

–O se aguantan hasta que vengamos de trabajo para sacarlas al parque para que hagan de sus necesidades como todos los perros normales. –dijo Patricia.

Y eso es lo que hicieron las dos, se pusieron en dos esquinas enfrentadas del baño, mirándose, con las piernas abiertas. No sólo les habían ordenado seguir esas instrucciones, sino que con sus móviles grabarlo en vídeo o hacer una videollamada a sus Amas para que las viesen.

No lo tenían muy claro de porque, pero las dos hicieron la videollamada para mostrarse ante ellas. Eso era un toque más para la humillación y denigración, porque auto humillaban ante ellas, denigrándose como ninguna mujer haría, salvo un animal, una mascota como un perro.

–No vamos a llegar tarde, hemos salido pronto, así que ...