La perversión me sedujo 19 - Relatos Eróticos

La perversión me sedujo 19

... perra, como la escupían en la boca y de cómo lamió sus botas con su lengua. Todo aquello, las había cambiado completamente a las tres.

De hecho, estaban soltando fluidos vaginales, empapándose las bragas que tenían puestas. Sin embargo, vieron como un coche aparcaba unas plazas más lejos, viendo como de él, salían unas chicas muy bien vestidas.

Las chicas abrieron el maletero de su coche, saliendo de él, tres hombres a los cuáles al mirarlos, se dieron cuenta de que los conocían. Eran Arturo, Manuel y Antonio. Eran amigos y compañeros de la empresa, y jamás habían pensado verlos de esa manera.

Tanto Arturo, Manuel como Antonio habían salido la semana pasada de fiesta a una discoteca, y casualmente conocieron a tres chicas, que eran muy guapas. El caso era que estuvieron toda la noche de fiesta de discoteca en discoteca hasta que se fueron a las casas de ellas.

Al parecer vivían juntas, y ese fin de semana conocieron lo que era el sexo salvaje, excitante y morboso. Era un tipo de sexo que ellos, nunca habían practicado, pero se sentían atraídos por él.

Tanto Lucy, Soraya como Stefany les realizaron una seducción erótica completa, con juegos de amarres en la cama, con pequeñas bofetadas, y fustazos de manera sutil con un gran sexo salvaje, que los volvió locos.

Y eso que comenzaron haciendo sexo light hasta que se fue complicando poco a poco hasta que disfrutaron de lo lindo. Durante el acto sexual, ellas les habían seducido de muchas maneras, restregando ...

... sus pies por su cara.

Ellos, se habían quedado sorprendido por todos esos juegos eróticos, pero no se negaron, abriendo sus bocas, mientras ellas les pasaban sus plantas, limpiándoselas con sus lenguas, y metiendo sus dedos, mientras ellos se los chupaban.

Fue una noche loca, que no les dejó dormir bien durante toda la semana siguiente, porque el fin de semana pasado, se despidieron de manera seductora, educada y cortés hasta que se terminó todo, diciéndoles que se tenían que marchar.

El caso era qué esa semana estaban locos perdidos, pensando sólo en ellas y en todo lo que les habían hecho. Sin dudar a duda, tenían las pollas duras como unos palos de escobas.

El caso que llegó el fin de semana siguiente, y en una discoteca las vieron, coincidieron con ellas. De manera que, cuando fueron a saludarlas, pasaron de ellos, ignorándolos. Era una situación confusa, porque no habían sabido nada de ellas desde el fin de semana pasado.

Sin embargo, ellas, estaban con otros tres tíos disfrutando la noche, de fiesta en fiesta, de pub a pub, mientras que ellas coincidieron nuevamente en algunos pub o discotecas que estuvieron con ellos.

No se sabía si coincidían aposta o era una casualidad, pero desde luego parecía todo bastante inocente esa situación, pareciendo que eran unas ex que se encontraban varias veces casualmente durante esa noche.

Sin embargo, pasaron nuevamente de ellos, fueron muy educadas, pero no parecían tener intención de querer hablar con ellos ni de ...