1. Aprendiendo a comportarse 2


    Fecha: 25/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Domador de Pijas, Fuente: TodoRelatos

    ... termino de hablar con el doctor.
    
    Pero J, me va a ver el culo y todo, déjame que me vista por favor.
    
    Dos azotes cayeron sobre su culo a la velocidad del rayo.
    
    Haz lo que te he dicho o te vuelvo a poner sobre mis rodillas.
    
    B, hizo lo que le habían ordenado, no quería volver a pasar por lo mismo.
    
    Intercambió algunas frases con el doctor, que insistió en la importancia de fijar unas normas claras para que B pudiera seguirlas y tener una guía clara y en la necesidad de ser firme y enérgico. Tenía que guiarla a hacer todas esas cosas que siempre le daban pereza o no quería hacer. En esencia, el doctor le estaba diciendo sin decirlo que tenía que tratarla y guiarla como si fuera su sumisa, con un esquema de castigos y recompensas. Y eso J tenía muy claro cómo hacerlo, no era la primera vez.
    
    Tras unos minutos de conversación, J se levantó y mientras besaba a B en la mejilla y le susurraba buena chica, metia desde detrás la mano en su coño y comprobaba como seguía ligeramente húmedo, una muy buena señal. Sin subirle las bragas, que seguían a medio muslo, le soltó el vestido y tomándola de la mano salieron de la consulta y subieron al coche que tenían aparcado en la puerta. B intentó acomodarse las bragas, pero una mirada de pocos amigos de J le quito rápidamente la idea de la cabeza.
    
    J, yo… no sabía lo que decía, olvidalo todo.
    
    Shhhh, no hables. Otra regla, no hablaras si no te he dado permiso previamente.
    
    Pero es que no, esto es una locura
    
    ¿Quieres ...
    ... otra tanda de azotes en casa? Llevas años diciendo que necesitas un cambio. Quizás esta es la única forma.Yo te quiero como no he querido a nadie. Nunca te haré daño. Pero creo que necesitas dejar de pensar y que alguien te guíe, te de unas pautas y tome las decisiones por ti una temporada. Y si vemos que no funciona, lo dejamos.
    
    B sabía que tenía razón, lo había probado todo y nada había funcionado. Quizás esto lo haga.
    
    Está bien, probemos.
    
    De acuerdo. Las niñas están en casa de sus padres, pasan allí el fin de semana. Esto nos dará tiempo para sentar las bases. Cuando lleguemos a casa, ve al salón y desnúdate completamente y esperame con las piernas separadas y las manos tras la nuca, como antes.
    
    Pero J, no entiendo, qué tiene eso que ver con…
    
    ¡No me cuestiones! ¡Harás lo que te diga sin replicar!
    
    Si J, lo que tú digas.
    
    El trayecto fue breve. J la dejo en la puerta de la casa mientras el metía el coche en el garaje, sin prisa, dándole tiempo a que hiciera lo que le había dicho. Sabía que le iba a costar y no quería presionarla demasiado.
    
    Tras esperar 5 minutos de más dentro del coche, bajó del mismo y entró en la casa desde el garaje en el sótano y cuando apareció en el salón, allí estaba ella. Completamente desnuda, con las piernas separadas y las manos tras la nuca, tal como le había dicho. Se acercó hasta estar a unos tres o cuatro metros, y la contempló. Era preciosa y estaba buenísima. Años de gimnasio habían moldeado su cuerpo. Además tenía un ...