1. La isla de los castrados III


    Fecha: 28/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: ana, Fuente: TodoRelatos

    DANIELA: En diez minutos empieza “la isla”. Cambia de canal. – pidió a su hermano mayor.
    
    MANUEL: Paso. Hoy me apetece ver una serie.
    
    ANA: ¿¡Quéé!? Si hoy es el último capítulo. Ponlo de una vez!. – pidió con ansia la menor de las hermanas.
    
    DANIELA: Lo que te pasa es que no quieres que veamos como gana la única mujer. Sabes que Melany va a reventar un par de huevos…
    
    ANA: ¡O cuatro! – interrumpió entre risas sacándole una sonrisa a su hermana, que continuó:
    
    DANIELA: sabes que va a reventar unos cuantos huevos y te duelen los tuyos solo de pensarlo.
    
    MANUEL: No es eso, imbéciles. Es que ese programa es una basura, es todo un montaje.
    
    ANA: Eso es lo que decís todos los tíos porque no soportáis que una mujer sea la mejor.
    
    MANUEL: Es un montaje. ¿No veis lo fácil que les pega a todos en los huevos? Además, aunque duela si te lo propones puedes soportar el dolor, sobre todo en esa situación.
    
    DANIELA: ¿Cómo van a aguantar el dolor de que les rompan los cataplines? Yo no tengo huevos pero si con un golpecito de nada se ponéis a llorar, que te los rompan tiene que ser para morirse.
    
    MANUEL: Pensad lo que queráis, pero yo no voy a ver esa basura. – dijo levantándose del sofá y tirando el mando de la tele a sus hermanas.
    
    ANA: Espera, te olvidas esto.
    
    Manuel se dio la vuelta con mala cara, pero peor se le puso cuando su hermana de catorce años estrelló un pie entre sus piernas, justo en los testículos.
    
    ANA: Tú te quedas a ver el programa. – dijo con ...
    ... una sonrisa.
    
    Ni siquiera Daniela vio venir la brutal patada de su hermana menor, por lo que dio un grito de sorpresa y se quedó con la boca abierta viendo a su hermano doblado con las manos en sus partes blandas y con la cara descompuesta, exhalando un largo y agónico gemido. Su expresión de sorpresa no tardó en convertirse en alegría por lo cómica que le parecía la escena.
    
    DANIELA: Ven, siéntate con nosotras. – sugirió entre risas palmeando el asiento libre del sofá, entre ella y Ana.
    
    Manuel la miró con los ojos llenos de furia. Después de sus palabras estaba obligado a mantenerse en pie y demostrar que es capaz de soportar el dolor. Sin embargo, ese pensamiento se esfumó en cuanto el verdadero dolor apareció en sus testículos y su bajo vientre. Volvió a gemir como si hubieran vuelto a patearlo, hincó rodillas y finalmente cayó hacia un lado hecho un ovillo.
    
    Era una delicia para las chicas verlo sucumbir tan fácilmente. No solo estaba derrotado, sino que en su expresión, sus espasmos y sus desesperados gemidos se veía claramente que estaba sufriendo lo indecible. El destrozo se confirmó al cabo de un minuto, cuando el dolor alcanzó su apogeo y el patético varón se puso a llorar ante las felices caras de sus hermanas menores.
    
    ANA: ¿No decías que no era tan fácil pegaros en los huevos? Porque para mí ha sido como ponerme los zapatos.
    
    DANIELA: Sí, y cómo era eso de que si un hombre se lo propone puede soportar el dolor?? Supongo que te referías a otro tipo de ...
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