1. La isla de los castrados III


    Fecha: 28/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: ana, Fuente: TodoRelatos

    ... lo único que le provocaba era vergüenza ajena.
    
    Las chicas estaban destrozando la frágil autoestima del varón casi tanto como lo han hecho con sus testículos. El dolor y la angustia eran mucho peor al no poder sujetarlos, por lo que Manuel no paraba de gemir y llorar.
    
    ANA: ¡Qué rápido se le han hinchado! ¡Joder, si incluso se le han puesto morados como a los tipos del programa! – decía la chica entre risas.
    
    DANIELA: ¿Te duele mucho? – le preguntó a su hermano.
    
    MANUEL: Sí… me duele, me duele muchísimo… - lloraba sin ninguna dignidad.
    
    ANA: ¿Sigues pensando que podéis aguantar el dolor si os lo proponéis?
    
    MANUEL: No…. Lo admito, admito que estaba equivocado… por favor no me peguéis más, no sabéis lo que duele….
    
    DANIELA: Pobrecillo, es tan patético que empieza a darme pena. Puede que nos hayamos pasado.
    
    MANUEL: Un médico, un médico por favor… no aguanto más, este dolor es insoportable.
    
    ANA: Está bien, no te pegaremos más en los huevos y te llevaremos al hospital. Pero lo haremos cuando acabe el programa.
    
    MANUEL: ¿Qué? No por favor, mirad cómo los tengo, me habéis hecho mucho daño, por favor….
    
    DANIELA: Cállate o te daré otro puñetazo. – lo amenazó cerrando el puño.
    
    El chico obedeció. A continuación las chicas lo arrastraron a los pies del sofá. Manuel creía que iban a sentarlo entre ellas para obligarlo a ver el programa. Y lo obligaron a verlo, pero desde el suelo, con ellas cómodamente sentadas con los pies sobre él, una sobre su vientre y ...
    ... otra sobre sus muslos. La humillación e impotencia que sentía el chico eran inimaginables.
    
    Por fin las chicas cambiaron de canal y pusieron el programa, que ya había empezado. Tan solo con ver a Melany en pantalla, el dolor de huevos de Manuel aumentó, así como sus llantos y lamentos. A pesar de esto fue obediente y no apartó la mirada del televisor.
    
    ANA: ¡SHHHH calla que no me entero! – ordenó la niña subiendo el volumen.
    
    Sin esperarlo, el chico notó que una mano rodeaba firmemente sus testículos. Inmediatamente se quedó sin respiración y se puso a temblar de puro pánico.
    
    DANIELA: Ahora vas a quedarte muy calladito y vamos a ver el programa juntos. Si nos molestas con tus lloriqueos o haces algún movimiento raro… - la chica aumentó la presión sobre el blando escroto. – comprobaremos si se trata de un montaje o si de verdad es tan fácil reventar estas bolas tan blanditas. ¿Entendido?
    
    Manuel asintió con la cabeza sin querer hacer el menor ruido o movimiento.
    
    DANIELA: No te oigo. ¿¡Entendido!? – repitió apretando un poco más.
    
    MANUEL: Sí… sí… entendido… - dijo débilmente.
    
    Sin soltarle los testículos, su hermana bajó el trasero del asiento y se sentó sobre el vientre de su hermano para seguir cogiéndole los huevos sin tener que inclinarse. Ana la imitó y se sentó sobre sus piernas.
    
    ANA: Déjame tocarlos un poco. – pidió sin rodeos.
    
    DANIELA: Vale, pero hazlo con cuidado. No aprietes o se los vas a romper. – advirtió a su hermana pequeña apartando la mano ...