La isla de los castrados III
Fecha: 28/05/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: ana, Fuente: TodoRelatos
... dolor porque el dolor de huevos queda claro que ninguno lo soportáis.
Escuchar a sus hermanas bromear y reírse de la debilidad testicular era incluso más humillante que ver con ellas el programa de “la isla”. Solo deseaba con toda su alma recuperarse cuanto antes para terminar con semejante sufrimiento y vergüenza, pero por más que quisiera y se esforzara, no sentía mejoría alguna. Los testículos le dolían como nunca antes en la vida y todo su cuerpo estaba inutilizado. Esa maldita niña lo había jodido bien.
ANA: ¿Eres consciente del ridículo que estás haciendo? Mira como estas por una patadita de nada. ¿Por qué no te levantas, no te da vergüenza? – continuó la chica con las hirientes burlas.
DANIELA: claro que le da vergüenza, pero le duele tanto que no puede hacer nada. Los huevos son así, son demasiado sensibles y delicados….
MANUEL: ¡Hijas de puta, os voy a matar, OHHH… en cuanto me levante estáis muertas, os voy a patear el coño y las tetas hasta que os sangren, UOOHhh… - gritaba con voz aguda sin parar de llorar.
DANIELA: ¿Any, crees que se recuperará antes de que termine el programa?
ANA: Está muy mal, pero no quiero que nos fastidie la victoria de Melany.
DANIELA: Tendremos que asegurarnos de que nos deje en paz. – dijo mirando a su hermana con una sonrisa diabólica.
Las dos chicas se levantaron del sofá y se abalanzaron sobre su hermano.
MANUEL: ¿Qué hacéis? ¡No, no, dejadme, zorras de mierda! – decía el asustado chico intentando defenderse ...
... mientras sus hermanas intentaban abrirle las piernas y apartar sus manos de los doloridos genitales.
La defensa del debilitado varón no tardó en ceder y Daniela no desaprovechó la oportunidad de darle un fuerte puñetazo en la blanda entrepierna. Fue un golpe seco que aplastó los testículos contra el hueso púbico. En ese instante acabaron las amenazas y la resistencia de Manuel, que se quedó sin fuerzas y solo podía llorar. Pero Daniela quiso asegurar el KO con un segundo puñetazo en reverenda zona, el cual dejó a su hermano en shock, balbuceando con la mirada perdida.
Solo reaccionó cuando sus hermanas empezaron a desnudarlo, pero no lo hizo resistiéndose, sino suplicando patéticamente entre llantos y quejidos. Pero las peticiones del chico solo conseguían hacer reír a sus hermanas, que, no contentas con desnudarlo, también le ataron las manos a la espalda.
ANA: Quiero ver cómo se te hinchan las pelotas. – susurró al oído de su hermano.
Verse desnudo ante sus hermanas resultó incluso más vergonzoso de lo que esperaba. Notaba la curiosa mirada de las chicas clavarse en sus genitales. Observó lleno de humillación como sus bocas dibujaban una enorme sonrisa y sus caras rebosaban felicidad. Finalmente rompieron a reír, sin quitarle ojo a su masculinidad e incluso señalándola con el dedo.
DANIELA: ¡Qué cosa más ridícula! – dijo entre carcajadas.
ANA. Menuda decepción. – respondió la pequeña, que era la primera vez que veía una polla en persona y la de su hermano ...