Incesto en la casa rural
Fecha: 30/05/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos
... con un mechón de su cabello, le dijo:
-Eres la mujer más sensual del mundo mundial.
-Es bonito oírlo, pero si te enseñase todo lo que debería, lo de sexy lo cambiarías por guarra.
-Diría lo mismo.
-¿Aunque te mandase comerme el culo?
-Ya me lo has mandado follar. ¿Quieres que te lo coma? Si quieres dime como se come.
-No me digas eso otra vez que me lanzo.
-Dime como.
Raquel se puso a cuatro patas.
-Arrodíllate detrás de mí.
Se arrodilló detrás de ella.
-Lame mi coño y cuando llegues arriba, separa mis nalgas con las manos y esparce los jugos de tu lengua en mi ojete.
Hizo lo que le había dicho, y luego le dijo:
-¿Prima?
-¿Qué?
-Me entraron unas ganas locas de meterla en tu culo.
-Cada cosa tiene su momento.
-¡¿Me vas a decir que te la meta en el culo otra vez?!
-Sí, pero de momento junta y separa mis nalgas, amásalas y luego lame el ojete y mete y saca la lengua de él.
Juntó y separó las nalgas varias veces, se las amasó como si fueran tetas... Lamió y folló su ojete y Raquel comenzó a gemir.
-¿Te vas a correr?
-Aún no, caliéntame el culo con las palmas de tus manos mientras lames y follas mi ojete.
-Te va a doler.
-Eso es lo que quiero, que me duela. ¡Dame!
Le aplaudió el culo mientras lamía y follaba su ojete con la punta de la lengua.
-¡Plassss, plasssss, plasssss, plassss...!
Al rato, le dijo:
-Métemela en el culo, despacito.
Jacobo le metió el glande en el culo, vio el ojete abierto ...
... con la polla dentro y ya se corrió. Corriéndose, se la metió hasta el fondo, con lentitud, pero de una sola clavada. Raquel ya no podía estar más caliente.
-Agarra mis tetas y magréalas mientras me follas el culo.
Jacobo le magreó las tetas y le folló el culo con delicadeza. Raquel, con un lado de la cara apoyado en la almohada, cogió con dos dedos el capuchón del clítoris y comenzó a hacerle una paja al glande. Pasado un tiempo en el que solo se habían oído los gemidos de Raquel, le dijo:
-Fóllame el culo un poco más aprisa y aprieta mi vientre.
Jacobo le dio más aprisa y le apretó el vientre.
Pasado un tiempo se puso como loca.
-¡Aprieta con más fuerza y dame más rápido y más duro!
Le dio a mil por hora. Raquel metió dos dedos dentro de la vagina y en nada se corrió, se corrió convulsionándose y mordiendo la almohada como si tuviera la rabia.
Habían sido una corrida demencial y que la había dejado satisfecha, para ese día.
Al acabar, le dijo Raquel:
-De esto ni una palabra a nadie. Recuerda que es un secreto.
-¿Me enseñarás más cosas?
-Depende de ti.
Polvos a tutiplén
Eran las diez y pico de la noche. José entró en la habitación de Raquel, que estaba en cama tapada con una sábana blanca. Raquel se sentó y levantó la sábana para que no la viera en sujetador, le preguntó:
-¿Qué quiere, tío?
José cerró la puerta. A Raquel le dio un vuelco el corazón al ver a aquella mole caminado hacia ella. Le volvió a preguntar:
-¿Qué quiere, ...