Incesto en la casa rural
Fecha: 30/05/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos
... tío?
-Hablar contigo muy seriamente.
Fue hasta la cama, se sentó en el borde y le dijo:
-¿Qué es eso de que le has quitado la inocencia a tu primo Jacobo?
Se lo negó.
-¡¿Yo?! Si Jacobo le dijo eso, le mintió.
-Jacobo no me miente. Enséñame las tetas.
-¡¿Se ha vuelto loco?!
-Quiero ver si son como él me dijo.
-No le voy a enseñar nada.
-¿Me las enseñas por las buenas, o te las veo por las malas?
Le echó una mano a la sábana que la cubría. Raquel quiso ganar tiempo.
-¿Cómo le dijo que las tenía?
-Grandes, con enormes areolas rosadas y pezones como medios garbanzos.
-Así hay millones de tetas.
-Habrá, pero yo nunca he visto algo así.
-¡Ni lo va a ver!
-No quisiera cometer un error imperdonable. A ver. ¿Cómo tienes el coño?
-Entre las piernas.
-No te hagas la graciosa que se está rifando una azotaina y tienes todos los boletos. ¿De qué color son los pelos de tu coño?
Raquel se asustó y dijo la verdad.
-No tengo pelos en el coño.
-¡Ajá! Tal y como me dijo Jacobo, sabía que no me mentía cuando me lo dijo. Vas a saber como las gastamos por aquí.
-¡¿Qué me va a hacer?!
-Darte un escarmiento.
Le arrancó la sábana de encima y la cogió en alto como si fuera una pluma.
-¡No me toque!
La puso sobre sus rodillas, le quitó las bragas y le largó en una nalga con la palma de su mano, mano que a Raquel le pareció una pala excavadora.
-¡¡Plasssss!! -¡Ayyyy!-
-¿Por qué? -¡Ayyyy!
-¡¡Plassss, plasssss!! ...
... -¡Ayyyy, ayyyy! Yo no hice nada.
-¡¡Plasssss, plasssss plasssss, plasssss! -¡Ayyyyy, ayyyyy, ayyyy, ayyyy!- Duele mucho.
-¿Por qué lo desvirgaste?
Raquel no quiso llevar más.
-Porque está muy bueno.
Ya tenía la confesión, eso le dio alas para hace lo que había ido a hacer..
-Tú sí que estás buena.
La echó boca abajo sobre la cama. Raquel, para cubrirse, se puso en posición fetal. Le besó y le lamió las nalgas coloradas y doloridas y luego le lamio el ojete.
-Déjeme, degenerado, soy su sobrina.
-Que seas mi sobrina aún me pone más.
Le abrió el sujetador y lamió la nuca, el cuello y la espalda. Después sacó la polla, se la pasó por el coño y la cabeza se mojó de jugos.
-Ese coñito pide una verga a gritos.
Viendo que se la iba a clavar en el coño, se estiró y quiso salir de la cama, la agarró por la cintura y le puso una mano en la espalda.
-¡Suéltame, desgraciado!
-¿Ya me tuteas?
Raquel se revolvió, pero no logró zafarse del marcaje. La verga se metió entre sus piernas y se deslizó entre los labios vaginales.
-¡Quita la polla de ahí!
-Por más que te resistas acabaré follándote.
José le sacó la polla de entre sus piernas y se la frotó en el ojete.
-¡Noooo!
Le quitó la mano de la espalda. Raquel se dio la vuelta y José vio sus preciosas tetas y su coño pelado.
-¡Qué buena estás!
Le echó las manos a las tetas, las magreó, las sacudió moviéndolas de un lado al otro, se las mamó con lujuria y después se las azotó con ...