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Incesto en la casa rural
Fecha: 30/05/2024, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos
... ganas. No contento con eso le apretó los pezones con los dedos pulgares e índices. Raquel mirándolo de mala manera, le dijo: -Eres un puto masoquista. -Me dijo un pajarito que te gusta que te hagan lo que te estoy haciendo. -¿Un pajarito? ¡Un cuervo fue el que te lo dijo! Quiso besarla, pero Raquel le hizo la cobra. -No se hizo la miel para la boca del asno. -La miel no la tienes en la boca, la tienes en otro sitio. Bajó a su vientre y se lo acarició, se lo besó y se lo lamió un buen rato. Cuando llegó al coño encharcado, le dijo: -Aquí está la miel. Le separó las piernas, le lamió el coño y después subió y esparció los jugos por los pezones y por las areolas, luego se las lamió y con jugos en la lengua intentó besarla de nuevo. Raquel le volvió a hacer la cobra. José le preguntó: -¿Te has corrido alguna vez frotándote la polla en el coño? -Contigo no me correría ni en un millón de años. -Un millón de años es mucho tiempo. ¿No crees? -Vete a la mierda. Le froto la polla en el clítoris. -Luego iré a la mierda, antes voy a hacer que te corras. -Sueña. Pasado un tiempo de continuo frotamiento, le dijo: -El glande de tu clítoris tiene un empalme como el de mi polla. -Esté como esté mi clítoris, no vas a hacer que me corra. Le miró para el coño, y le dijo: -Tu coño está abierto y encharcado de jugos. ¿Quieres que te la meta? -No. Le volvió a frotar a cabeza de la polla en el glande del clítoris. -¿Quieres ...
... que te lo coma? -No me vas a tentar. -¿Quieres? Raquel comenzó a darse. -Ya no sé lo que quiero. -¿Te la como? Las ganas hicieron que estirara el cuerpo y los brazos, y que sonriera por primera vez, -Pesado. -¿Sí? Raquel entregó todo el equipo. -Sí, come. Lamió de abajo a arriba su coño empapado, lo hizo lentamente y apretando la lengua contra el coño, y después fue acelerando gradualmente las lamidas. Luego le clavo la lengua en el coño. Al sacarla la puso sobre el glande erecto del clítoris y se lo barrió con la legua moviéndola hacia los lado. Raquel sintió que se iba a correr. -Si sigues me corro. Siguió. -¡Me corrooooo! Se corrió arqueando el cuerpo, sacudiéndose y gimiendo. Al acabar de gozar, se tapó la cara con la almohada. José le puso la polla en la entrada de la vagina. -¿Cómo te gusta que te follen? Raquel apartó la almohada de la cara. -Me gusta lento, al principio. Le metió la polla, suavemente, pero hasta el fondo del coño, polla que al ser gruesa le llenó el coño. -Tienes el coñito estrechito, Raquel. -Mejor para ti. -Cierto José le puso los pulgares en el ombligo y presionó su vientre mientras su polla entraba hasta el fondo del coño. Raquel le dijo: -Tu hijo no se quedó corto en los detalles. -No, le gusta dar detalles. La polla entró y salió del coño de Raquel la tira de veces, en las que José apretaba y soltaba su vientre y en las que antes de volver a meter y a apretar le ...