1. Incesto en la casa rural


    Fecha: 30/05/2024, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos

    ... aplaudía las tetas.
    
    -¿Quieres que te dé más fuerte los guantazos en las tetas?
    
    -Sí, pero mezcla los guantazos con magreos y pillada de pezones.
    
    José hundió sus pulgares en el ombligo, se la clavó en el coño y después de aflojar le siguió trabajando las tetas. Al rato, Raquel, vio que se iba a correr, y le dijo:
    
    -Para un poco que quiero disfrutar del momento.
    
    -¿Quieres que te coma el coño otra vez? Podrías correrte, y después seguimos follando
    
    -Es tentador, pero después no sería lo mismo. Sigue haciendo lo que estabas haciendo y después de correrme, si quieres, me la comes.
    
    Poco después, José, presionó con fuerza su vientre y le dio a mazo. Raquel agarró la almohada y la mordió. Moviendo la cabeza hacia un lado y hacia el otro, se corrió, se corrió entre temblores y gemidos. José esperó a que pasara la tempestad y luego bajó lamiendo todo lo que encontró a su paso. Al llegar al coño, le lamió la corrida y luego le enterró la lengua dentro de la vagina. Se la metió y se la sacó más de treinta veces y cuando sus gemidos le avisaron de que estaba a punto, le chupó el clítoris. Raquel tiró la almohada al piso y dijo:
    
    -¡Me voy a correr otra vez, me voy a correr otra vez!
    
    Se corrió como una zorrita que era.
    
    Al acabar de correrse, Raquel, sintió algo húmedo frotarse contra sus pezones, abrió los ojos y vio a Jacobo a su izquierda y a Pablo a su derecha. Estaban desnudos, con las pollas en sus manos y frotándoselas en las tetas. Le dijo a Jacobo:
    
    -¿Y ...
    ... tú eras el que iba a guardar nuestro secreto como si fuera un tesoro? ¡Puñetero chivato!
    
    José dejó de lamerle el coño y descubrió la confabulación.
    
    -No es un chivato, es el cebo que les ponemos a todas las huéspedes para poder follarlas a conciencia.
    
    No le mentía, con Jacobo habían caído cantidad de chicas solteras y también mujeres casadas que habían ido allí con sus maridos.
    
    -¡Cabrones!
    
    -Relájate y disfruta.
    
    Raquel estaba encantada con la idea, pero disimuló, preguntando:
    
    -¿Tengo otra opción?
    
    -Me temo que no.
    
    Pablo y Jacobo agarraron una teta cada uno y lamieron sus pezones y sus areolas, José se desnudó, luego se arrodilló delante de ella, la levantó cogiéndola por la cintura y se la clavó en el coño, Raquel miró para Jacobo y para Pablo, que chupaban sus tetas y dijo para si misma:
    
    -"Tonta sería si no me dejara complacer."
    
    José la levantó cogiéndola por la cintura, le puso los dos dedos pulgares en el ombligo y apretó y soltó su vientre mientras le daba caña. Jacobo y Pablo subieron a la cama, se arrodillaron a lado de la cabeza de Raquel y le pusieron las pollas en los labios. Ya no se cortó, las empuñó y las mamó por turnos.
    
    Pablo le dijo a Jacobo:
    
    -Es la más viciosa que follamos.
    
    -Y la más bonita.
    
    Raquel les dijo:
    
    -Si no tenéis nada mejor que decir, callar la boca.
    
    Se callaron y Raquel siguió mamando. Cuando se metía una polla en la boca, masturbaba a otra, y viceversa... José siguió a lo suyo, Tiempo después le dijo ...
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