Menuda paja se hace mi madre - Relatos Eróticos

Menuda paja se hace mi madre

Colgué el teléfono y fui corriendo al dormitorio, con el calentón que llevaba necesitaba urgentemente follarme a mi madre. Pero cuando entré, la cabrona ya se había dormido.

¡Vaya por Dios! Se me había jodido el polvo.

Bueno, al menos esa noche descansé.

Desde que se habían ido mi padre y mi hermana, habíamos follado como conejos y yo ya necesitaba un receso.

Por la mañana me desperté cuando sentí una mano moviéndose bajo la sábana acariciándome la verga.

Abrí los ojos y allí estaba de nuevo la fiera, mi madre se había metido entre mis piernas y comenzaba a chuparme el glande pasando levemente la punta de la lengua.

- Buenos días, cariño. – dijo al verme despierto –

Al ver que yo no respondía añadió sonriendo.

- Quiero mi desayuno.

La miré con los ojos medio cerrados sin saber qué decir, era temprano y prefería seguir durmiendo, pero quién le explicaba eso a ella.

Al ver que no respondía dio un chupón en el glande y rozó repetidamente el frenillo con la lengua. Mi polla se puso tiesa de repente y me miró divertida.

- Uyyyyy. La nena ha chupado el caramelito y a papaíto se le ha puesto tiesa de golpe.

Se la metió en la boca y comenzó un rápido sube y baja. Su forma de mamar era la hostia, apretaba el glande con los labios y después abría tanto la boca que se tragaba la polla integra hasta que la punta del capullo tocaba casi su garganta.

- Ummmm. Qué rico caramelito, la nenita va comérselo todo, todo, todo. Enterito.

Oír a mi madre ...

... hablando así me ponía nervioso, en alguna ocasión había oído como se ponía tontorrona con mi padre para que la llevase a algún sitio o para que la comprase cualquier cosa, pero ahora lo hacía por puro vicio, estaba jugando a ser una niña pequeña para follar con su propio hijo.

Ufff. La situación era muy fuerte.

Me armé de valor y decidí seguir su juego para ver hasta dónde llegaba.

- Uyyyyy. A papá se le ha puesto esta cosita muy dura. ¿Va a correrse en la boca de su nenita? – dijo poniendo carita de pícara -

La di una fuerte nalgada sin responder a su pregunta.

- Ayyy. Me has hecho daño en el culito. – dijo con voz de niña pequeña - ¿Papito quiere pegar a su chiquitina?

Su forma de hablar era tremendamente provocativa, jugaba a ser una niña y eso me ponía super cachondo.

¿Con quién empezaría a hacer esto? Con mi padre seguro que no, no la veía haciendo estas cosas con un hombre tan serio.

La sacudí otra nalgada, ésta mucho más fuerte, y se giró fingiendo llorar y poniendo un puchero.

- Eres muy malo. ¿Vas a volver a pegarme?

Se tumbó cruzada sobre mí y levantó el culito ofreciéndomelo para que lo azotara.

Ver su hermoso culazo dispuesto para recibir un castigo, hizo que dudará. Por un lado era un regalo excitante, pero por otro, era mi madre. ¿Cómo iba a pegar a mi propia madre?

Vio mis dudas y salió rápidamente en mi ayuda para convencerme.

- La nena ha sido muy mala y necesita que le den ¡Pas! ¡Pas! en el culete.

Su mirada juguetona, ...