Capricho del destino
Fecha: 31/05/2024,
Categorías:
Gays
Autor: DiegoBleu, Fuente: TodoRelatos
Parte I.
Era sábado por la tarde, lo que suponía para mí un breve descanso de la vida de mierda que llevaba el resto de la semana. Una sesión doble de partidos de fútbol seguida de unas cuantas cervezas a la orilla del río con el equipo en pleno parecía un buen inicio. Y es que la celebración era obligatoria pues mi hack trick de hoy nos clasificaba primeros a la ronda de eliminación del torneo municipal. Por otro lado, después de trabajar horas por un mísero salario, pero al menos sabiendo desde ya que era el puto amo del torneo, lo único que me hacía falta para rematar el fin de semana era un buen culo donde descargar mi leche.
Aproveché una meada entre los matorrales para escaparme un rato, cruzar la cancha de tierra y darme una vuelta rápida por la arboleda del otro extremo. Alguna noche había conseguido algún culito por esta zona sin embargo en esta ocasión estaba completamente vacía. Era lógico, un grupo de gorilas futbolacheros medio alcoholizados a unos metros eran sin duda un repelente de lo más efectivo. Claro que mi imagen de machito hetero no se puede conservar en un pueblo como éste haciendo cruising al lado de tu banda, sin embargo, el six de cheves y el hecho de no habar picado desde hace más de dos meses no ayudaban en absoluto.
Mis esperanzas recaen ahora en la generosidad del Tato, un viejo amigo de la escuela con el que comparto gustos. El cabrón, a diferencia de mí, había seguido estudiando después de la preparatoria y de puro milagro se había ...
... sacado el título de profesor de educación física. Y digo de milagro porque, por lo que me ha contado, se la vivía más dentro de muchachitos de la capital que dentro de su facultad. En fin, el cómo nos hicimos íntimos es otra historia, lo que importa ahora es que desde el último trío que tuvimos anda algo sentido. Y es que no es mi culpa que el morrito que nos conseguimos aquella vez prácticamente lo hubiese abierto a la chingada. No es que el Tato estuviese mal, al contrario; el pedo es que al lado estaba yo con mis 20 cm de verga curva, mi cuerpo de gimnasio que trabajo desde hace años y mi penetrante mirada color oliva. Supongo que como anfitrión no le sentó para nada bien ver como su compa le comía el bocadillo enfrente suyo.
Iba recordando aquella tarde con ese colegial cuando encuentro al Tato camelándose nada más ni nada menos que al hermanito del Salva, el defensa. Quién diría que éste también saldría putito. Estaban separados del resto, cerca de los matorrales y atrás de su camioneta. El cabrón había aprendido bien los trucos que le había pasado para conseguir culitos de pueblo. Más le valía al hdp que me lo compartiese o si no...
- Hey Marco! Andas perdido o qué wey. Oye, me voy wey que mañana hay comida en casa de mi morra y tengo que estar al 100. También sirve de que le doy ride a este compa - dijo mientras me guiñaba un ojo y sonreía el muy bastado, esa estúpida sonrisa de burla como si hubiese hecho alguna gracia.
Me quedé en medio de la polvareda, con un ...